Borrar
Cientos de personas abarrotan la calle del pub Las Cuevas en los años noventa. DM
Adiós al pub que lideró la noche de Solares en los años noventa

Adiós al pub que lideró la noche de Solares en los años noventa

El mítico local, que abrió en el año 1962 y es uno de los más antiguos de Cantabria, acaba de cerrar sus puertas

Lucía Alcolea

Santander

Domingo, 11 de agosto 2024, 07:47

Sale de la tienda hablando por teléfono y se le reconoce por la voz. ¿Eres Fran,Fran Gamboa? «sí, soy yo, ¿sois las periodistas? pasad». Quién podía imaginar que el pub Las Cuevas, de Solares, uno de los locales con más antigüedad e historia de Cantabria, es ahora una llamativa tienda de ropa y lo único que queda de aquel bar que marcó una época, es FranGamboa y algunos –no pocos– muebles. El propietario cerró el mítico establecimiento hace dos meses, tras 46 años al frente, y aprovechó la infraestructura para decorar el nuevo negocio que acaban de abrir su mujer y su cuñada: una tienda con enseres de bar y el rastro de alientos nocturnos.

La música está bastante alta –suenan Los Delincuentes–, todo es floreado y de colores chillones.Hay espejos y una antigua barra de bar verde –ahora mostrador– con sillas altas, entre percheros de ropa, calzado, bolsos y bisutería. La distribución no es la típica de un negocio de estas características. Lo miras y te gusta, pero hay algo que no encaja. Y es que el espíritu del bar habita todavía fresco entre las paredes del establecimiento.

Construcción. El pequeño local en su apertura en 1962, con troncos pegados y pintados de color negro.

Un tramo de escaleras, también con espejos, lleva a la parte de arriba. «Agachad la cabeza», advierte Fran, «porque el espacio es pequeño y te das contra el techo». Hay dos mesas grandes, varias sillas y una máquina de coser. La decoración es rococó y ciertamente extravagante. En este peculiar escenario comienza Fran Gamboa el relato sobre el pub Las Cuevas, que es también una forma de contarse a sí mismo.

«Mi padre, Pepín Gamboa, se lo alquiló al propietario en el laño 1962» y desde entonces el negocio no ha cambiado de manos. Sigue en la misma familia, aunque hace dos meses cerró como bar y se reencarnó en tienda. «Pero empecemos por el principio», dice Fran, quien antes de nada avisa de que, aunque Las Cuevas fue de los primeros negocios de este tipo que abrió en Cantabria, lo característico de este pub es que «no ha cambiado de manos desde entonces». Fran ahonda en esta particularidad: «si ahora bajas de aquí a Cádiz, no encuentras otro igual», insiste, y golpea con los nudillos la superficie de la mesa para engrandecer la hazaña familiar. Es orgullo lo que destila el ya exhostelero, el de quien no se ha despegado de la barra y conoce todo lo que sucede delante y también detrás.

El propietario destaca que el negocio ha pertenecido a la misma familia más de 60 años

Reforma. En 1992, el bar fue reformado y se amplió y comenzó a hacerse muy popular en las noches de fiesta.

Empezó a trabajar en Las Cuevas con unos 16 años «porque no quería estudiar». Tomó el relevo de su antecesor, que regentaba otro establecimiento en Ampuero. Pero no se imaginen un bar cualquiera, como el que tienen debajo de casa. Las Cuevas era una especie de oasis nocturno en medio de la dictadura franquista. Una construcción pequeña hecha de troncos de madera pegados y pintados de negro. La ruidosa caja registradora y filas de botellas sobre baldas apuntaladas en la vieja madera. Alrededor, banquetas lo suficientemente altas como para llegar con los codos a ahogar las penas en la barra. Arriba, los reservados, «donde las parejas se escondían y se daban cuatro besos». Un pub enigmático, oscuro, con cierto aire decadente donde sucedía lo prohibido. Lo prohibido entonces.

Tanto,«que la gente joven no se atrevía a entrar». ¿Y qué hizo entonces Fran? aprovechar la llegada y el boom del vídeo. Era 1982 y afrontaba la primera reforma. «Quité los reservados y creé una especie de video-pub. Ponía dos películas en dos sesiones –a las ocho y a las doce– y se llenaba». Tuvo buen ojo en ese momento y volvería a tenerlo diez años más tarde, en 1992, cuando decidió ampliar el viejo local de Las Cuevas. Ahí empezó el despegue. «Lo tiramos todo, todo, y cambiamos la barra de sitio, justo donde ahora está el escaparate –de la tienda–. Manolo Gálvez se encargó de la decoración y rompí moldes, pegué el bombazo, el resto de hosteleros quería hacer lo mismo que yo». En una foto de la época se puede apreciar como cientos de personas se amontonan en la puerta del local. «Mira, mira cómo estaba la calle de gente».

La reforma coincidió con el esplendor de la noche en Solares. Se salía los domingos y la fiesta estaba asegurada.«Venía gente de todo el norte de España». Puede que exagere o puede que no, pero FranGamboa asegura que entonces había «95 establecimientos de hostelería en Solares» y habla de «un fenómeno social; de cinco discotecas y de dos de ellas con capacidad para más de dos mil personas». Cuando cerraba el pub, a las cuatro y media de la madrugada, «tenía que ponerme a limpiar con amoniaco porque no había manera de echar a la gente». Solares era la estrella de la noche.

Hasta el año 2002. «Empezaron los controles de alcoholemia en las carreteras y cerraron varios locales». La noche se fue apagando en Solares. Pero Fran no, Fran se prometió resistir. Y lo hizo a duras penas,tras invertir «200.000 euros en una reforma íntegra del pub en el año 2005». No sirvió de mucho, «porque la cosa seguía sin pitar». Abría al mediodía para el vermú e incluso ofrecía algo de picoteo, «pero nada», no rentaba. «Tenía 46 años y ya no era lo mismo». Hace dos meses se le acabaron las pilas al bar. Y a él, que ahora se mira al espejo de la tienda y ve la historia de otro tiempo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Adiós al pub que lideró la noche de Solares en los años noventa