El alcalde de Liérganes critica que la labor de la secretaria está frenando la vida municipal

En el pleno de este lunes fue palpable que la relación entre la Alcaldía y sus concejales con la técnico está en horas bajas, y así quedó plasmado por escrito. En su intervención, Rego explicó que «cuando la convivencia entre el alcalde y el secretario no alcanza una sintonía mínima se resiente de forma importante la actividad del municipio» que, en suma, según se colige de las palabras del regidor, es lo que está padeciendo Liérganes. Uno de los síntomas de ello es la cuestión principal que tuvo lugar en el pleno de ayer, en el que el bipartito decidió ir contra los reparos emitidos por la técnico a siete facturas y aprobar su pago porque «son servicios y suministros prestados y deben ser abonados».

Son pagos que en suma superan los 9.200 euros. Los motivos por los que la interventora no ha decidido respaldar el abono es diverso. Por un lado hay casos como el del servicio de teleasistencia domiciliaria de Cruz Roja que no tiene contrato −nunca lo ha tenido− mientras que otros como el servicio de limpieza de edificios públicos lleva caducado desde hace varios años. También hay otros recibos que no han salido adelante por ser servicios y obras prestados el pasado año pero que su documento de pago ha sido emitido dentro de este año. «Son facturas que se han pagado con absoluta normalidad en años anteriores y que sin embargo ahora son reparadas por la nueva secretaria −lleva ocho meses en el cargo− sin dar respuesta de por qué lo que antes era blanco ahora es negro», aseguró el alcalde.

La aludida no entró en debates en la sesión, ni se pronunció. Y eso que la crítica vertida por parte del regidor no se quedó ahí, puesto que, en opinión de Rego, la responsabilidad de que esos convenios no estén al día es achacable directamente a la propia Fernández. «Después de casi ocho meses en el Ayuntamiento, no ha cerrado ni un sólo contrato vencido», reza igualmente la propuesta de contra reparo, por lo que «en el fondo y en la forma, la propia secretaria interventora se repara a sí misma, aunque no lo reconozca».

Con todo, Rego insiste en que «no quieren que la secretaria interventora cometa irregularidad alguna», pero reprocha que la forma de afrontar su labor está constituyendo un escollo para que el equipo de gobierno realice su labor y saquen adelante iniciativas. «Llegar a un Ayuntamiento y querer convertirse en cónsul no es la mejor manera de mejorar los servicios públicos que prestamos a los vecinos y vecinas de Liérganes», recrimina.