Había máxima expectación este viernes por la tarde en el salón de plenos de Liérganes, tanto que se tuvieron que añadir sillas y, aún así, muchos tuvieron que seguir la sesión de pie desde el recibidor. Desde el primer momento el tono fue más relajado que en la sesión del lunes, de hecho el alcalde comenzó pidiendo disculpas por como transcurrió la anterior reunión. Asimismo, se apreció un acercamiento entre su partido y el PRC.
Ambas formaciones llevaban manteniendo encuentros en despachos desde el martes para fraguar un pacto. De hecho, una hora antes del pleno volvieron a reunirse para continuar las negociaciones. Sin embargo ahí es cuando todo se vino abajo. «Un fleco de última hora ha impedido el acuerdo, que llevaba muy buena línea», comentó al respecto Rego. Por su parte, el portavoz regionalista, José Ortiz, también reconoció que estos días «ha habido voluntad» por llegar a un entendimiento y «hasta el último momento hemos intentado tratar discrepancias». Por ello no se descartan retomar las conversaciones «el lunes».
No ocurrirá lo mismo con los populares. «Nunca con el PP, eso lo tenemos claro», comentó Rego. Una negativa que también mostraron desde el PP. Su portavoz y exalcalde de Liérganes, Ángel Bordas, recriminó la actitud del regidor, «que no nos deja otra opción que no apoyarle, porque no tiene nuestra confianza».
Negociaciones
A las preguntas de este periódico respecto al motivo por el que no se acercaron posiciones entre ULP y PRC, tras los resultados de las urnas, para formar un gobierno, el regidor apuntó que «fue una campaña muy agresiva», y que ahora era el momento de «cerrar la herida para seguir adelante». Al respecto Ortiz, reconoció que en ese momento la ULP «no les concedió margen para negociaciones».
Aunque después de la reunión del jueves el apretón de manos definitivo parecía más cerca que nunca, e incluso trascendieron algunos detalles de ese pacto que posicionaría a los dos ediles del PRC como concejales con «peso» dentro de el equipo de gobierno; el escenario para los regionalistas no era el más favorable. Sobre todo por «la presión de la cuestión de confianza a la vista», aunque Rego al respecto insistió en que «era un proceso que ya no se podía echar atrás» y que había que someterlo a votación.
Al encuentro previo al pleno, los regionalistas reconocieron que acudieron sin una decisión tomada. «Aunque se han mantenido conversaciones con Santander al respecto, desde el partido nos han dicho que la decisión debía ser del comité local», recalcó Ortiz. Por el momento han ganado tiempo, tienen 30 días para llegar a un pacto con la ULP o con el PP, al que ya dijeron que no le cerraban la puerta.
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