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Con varias ediciones a sus espaldas, el cañón de 48 libras de La Cavada sigue retumbando en Riotuerto cada verano para el disfrute de vecinos y visitantes. Y así lo hizo este sábado. Los actos de la recreación histórica de la toma de posesión del ... brigadier Fernando Casado de Torres comenzaron a las cinco y media en el exterior del Museo de la Real Fábrica de Artillería. En este lugar sonaron también los rifles al grito de «fuego» en varias ocasiones, antes y después del anhelado estruendo del cañón, para el que todos los asistentes mantuvieron un silencio sepulcral que únicamente se vio interrumpido, claro, por el potente ruido de la explosión.
La recreación se inició con el desfile desde el Arco de Carlos III hasta el museo, en el que, junto a los personajes históricos, tomaron parte miembros de la Agrupación 31 de agosto de la Tamborrada de San Sebastián y un grupo de niños de Riotuerto con una tamborrada infantil. La salva del cañón de 48 libras que se conserva en el museo puso el broche a la escenificación de la recepción y toma de posesión como director de la Real Fábrica de Casado de Torres.
Durante la representación –declarada Fiesta de Interés Turístico Regional–, Fernando Casado de Torres, quien fuera uno de la veintena de directores que tuvo la Real Fábrica de Artillería, se dirigió al pueblo de Riotuerto para recordar el papel que La Cavada tuvo en la producción armamentística, lo que situó a esta localidad como «centro del imperio español». Así lo recordó en su intervención también Ángel Cuadrado, presidente de la Asociación de Amigos de la Real Fábrica de Artillería y director del museo, que insistió, además, en que todos supieran que en ese lugar se estableció la «primera industria armamentística del mundo».
El año pasado, la organización del evento acordó nombrar primer Embajador de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada al periodista Quico Taronjí, un reconocimiento que el colectivo pretendía mantener para la edición de este 2023 pero que, la pérdida de dos destacados promotores de esta cita, no ha hecho posible. Por este motivo, en la jornada de hoy sábado se rindió homenaje a Luis Lazuén Ibáñez, quien interpretó al brigadier desde los inicios del evento hasta 2019, y a Julio Peña Campo, maestro de ceremonias de la fiesta. Ambos recibieron, a título póstumo, la medalla de oro del Museo que les fue entregada a sus viudas.
El alcalde de Riotuerto, Alfredo Madrazo, agradeció a todos los participantes en la representación su entrega, dando la bienvenida al público y a las autoridades presentes en el acto. Madrazo hizo hincapié en que «dar a conocer la historia del pequeño pueblo de La Cavada es una satisfacción y un orgullo porque ha sido clave en la historia nacional».
Entre el numeroso público que se congregó en los alrededores del Museo de La Cavada, se encontraba Ana, vecina de Pámanes, quien consideraba que «la fiesta está bien, pero se le podría sacar más provecho». «Sobre todo para que los que no son de aquí se quedaran más tiempo en Riotuerto». Propone, en ese sentido, «dar más ambiente al pueblo». «Por ejemplo, con un mercadillo, porque tras la explosión la gente se va a casa». Por su parte, Milagros, una vecina de La Cavada ataviada con su traje de época y que no ha faltado a ninguna cita, estaba encantada con la fiesta. «Me gusta mucho, que se siga haciendo siempre, por muchos años más».
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