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Momento en el que los estudiantes levantan la caseta realizada en el IES Ricardo Bernardo

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Momento en el que los estudiantes levantan la caseta realizada en el IES Ricardo Bernardo H. Ruiz

La caseta de doble función del CEIP Trasmiera

Alumnos del IES Ricardo Bernardo han creado un almacén para el colegio de Hoz de Anero que, además, sirve para cercar el oficio de carpintero a los más pequeños

Héctor Ruiz

Hoz de Anero

Lunes, 23 de noviembre 2020, 17:49

El pasado miércoles, la mañana transcurrió en el centro de Infantil y Primaria 'Trasmiera' de Hoz de Anero con una extraña actividad en el recreo que despertó la curiosidad de los pequeños. Se trataba, nada menos, que de la construcción de una caseta de madera, cuyo diseño e instalación lo realizaron los alumnos de Formación Profesional Básica de ciclo de Madera del IES Ricardo Bernardo de Medio Cudeyo. Su montaje corresponde a un proyecto de aprendizaje y servicio realizado los últimos cursos en el Instituto de Valdecilla por encargo de la escuela de Ribamontán al Monte, gracias al cual se han establecidos sinergias entre ambos centros educativos para sacar adelante una actividad que ha terminado esta semana con una caseta que desde ya sirve de almacén para el colegio.

Ver a gente extraña invadiendo el recreo ya es de por sí motivo de miradas indiscretas entre cualquier escolar, más hoy en día, en plena pandemia, que las visitas están tan limitadas. Y claro, si además los forasteros vienen provistos de grandes paneles de madera y herramientas, entonces el interés por lo que ocurre está en alza. Los obreros al cargo eran los jóvenes de Formación Básica, y tuvieron que trabajar el miércoles bajo las miradas indiscretas de los escolares del propio centro, que pasaban ante la obra en sus cambios de clases. A medida que fueron avanzando en el ensamblaje, el interés de los pequeños por el asunto no decreció, porque pronto se fue formando una caseta de madera, algo que es un sueño para cualquier niño.

El proyecto, aunque ha concluido esta semana, realmente comenzó a fraguarse en 2018, después de que el CEIP Trasmiera consiguiera el primer puesto en 'La liga del reciclaje', un concurso medioambiental convocado por la empresa pública MARE. La escuela se alzó como ganador con su trabajo 'Amarillo, verde y azul, contenedores donde reciclas tú', una propuesta de gestión de residuos que implementaron en el centro ese curso. Como premio obtuvieron 1.000 euros, que decidieron emplear en la creación de una caseta de reciclaje.

En ese momento, la directora, Lara Badiola, se puso en contacto con el instituto del municipio colindante, el IES Ricardo Bernardo, para plantear el reto al módulo de Madera. El encargo lo cogieron con ganas, y al frente se puso el profesor Miguel Antón junto a los alumnos de primero de FP. Entre todos realizaron un diseño de una pequeña caseta que huía de las concepciones típicas. «Me encantó desde la primera propuesta que recibí porque era muy de cuento», valora Badiola.

El diseño y preparación de la mayor parte de las piezas se realizó en el curso 2018-2019, y su colocación en el colegio debería haber tenido lugar el pasado curso. «Toda la situación del covid nos ha impedido concluir hasta ahora», comenta Javier Botanz, profesor del ciclo formativo de Madera. En todo este tiempo, ambos centros han cooperado, puesto que el colegio actuaba a modo de cliente y el instituto de empresa. «Nos fueron consultando lo que teníamos en mente, al principio se planteó como una caseta de reciclaje, pero finalmente optamos por utilizarlo de almacén», concreta Badiola, que a su vez recuerda que «nos pidieron que mandásemos las medidas de lo que guardaríamos dentro, como por ejemplo unas motos de infantil, para adaptarlo a las necesidades».

De esta forma, van a dejar libre un habitáculo que tenían dentro del centro para disponer ahí taquillas y pasar todo lo que se guardaba ahí a la caseta, principalmente juguetes para el recreo. «Estamos muy contentos con el resultado», traslada la directora y agradece también la colaboración del Ayuntamiento de Ribamontán al Monte, que se ha hecho cargo de construir una plataforma de hormigón donde ahora está anclada la caseta.

Entre el diseño, fabricación de piezas y ensamblaje de la creación del Ricardo Bernardo han colaborado 14 alumnos en estos últimos cursos. «Es lo que llamamos proyecto de aprendizaje y servicio, y es una experiencia muy positiva para ellos, porque no se limita a encargarles algo para poner una nota y tirarlo a la basura, sino que tienen la oportunidad de hacer una labor que es útil, que va a cumplir una función», valora Botanz.

Y, claro, lo que no se ve no existe. «Cualquier trabajo de madera que quede en un sitio expuesto y siendo útil es una oportunidad de promoción del oficio que enseñamos en el ciclo», dice Botanz. De esta forma, cada curso intentan sacar adelante al menos un proyecto de estas características, que en general se realizan para otros centros escolares. «Sirve para que vean que la FP es una salida, porque en ocasiones no se les plantea como una posibilidad a los jóvenes, y para muchos es la mejor vía», dice el profesor.

Algunos alumnos del colegio se acercaron para ver cómo trabajaban los estudiantes mayores y sus profesores

Por el momento, la nueva caseta del colegio Trasmiera está cumpliendo su función, no sólo porque los materiales que tienen que albergar encajan a la perfección, también porque sus pequeños escolares han conocido el oficio e incluso se les ha presentado como un posible futuro. Es el caso de Rafael Crespo y Héctor Ayuso, alumnos de sexto de Primaria. Ambos, tras escaparse a conocer el trabajo que estaban desarrollando los mayores este miércoles, reconocían que les gusta la carpintería, e incluso que se plantean dedicarse a ello, aunque también les llama la atención ser «inventores, dibujantes o arquitectos». Todavía tienen muchos horizontes que explorar y tiempo para decidir.

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