«Don Francisco ha logrado que las misas se llenen en Liendo, queremos que se quede»

Su intención es remitir una carta al Obispado de Santander, apoyada por las rúbricas de un nutrido grupo de feligreses, pidiendo que don Francisco se quede con ellos y así poder continuar con todas las iniciativas que el religioso ha puesto en marcha en la parroquia. Entre ellas, señalan que el sacerdote ha recuperado sacramentos como las confirmaciones, que llevaban sin celebrarse desde el año 2000, y ha impulsado talleres y otras muchas actividades de convivencia entre los vecinos.

«Es una persona bondadosa, siempre sonriente y dispuesto a ayudar», comentan los feligreses, quienes recuerdan que antes de su llegada, el templo permanecía cerrado la mayor parte del tiempo. «Él está siempre volcado con nosotros, ahora la Casa Parroquial es de todos y es gracias a su iniciativa, empatía y sintonía con todos los vecinos. Ha conseguido que las misas se llenen y queremos reconocer su labor», agradecen, haciendo hincapié en que incluso los no creyentes participan en los oficios.

Entre los cambios introducidos por el párroco, los vecinos destacan que se han retomado las misas entre semana, en este caso se celebran en la pequeña capilla de la Casa Parroquial, situada tras la imponente iglesia.

Asimismo, ha conseguido implicar a los feligreses en convivencias, procesiones, un coro parroquial y otro de gospel abierto a participación. También ha impulsado actividades como cine de verano en el pórtico del templo, excursiones a Fátima, la elaboración de alfombras de sal con motivos religiosos y otros eventos, como el multitudinario acto de conmemoración de la consagración al Sagrado Corazón de Liendo y la inauguración de una estatua gigante de Cristo emplazada en el exterior de la Iglesia y financiada por los feligreses. Por todo ello, a los vecinos les da pena que todo eso «se quede a medias».

Con estos motivos, quieren rendir homenaje a su párroco y pedir, en la medida de lo posible, que se quede a través de una carta remitida al Obispo de Santander, Arturo Ros. Además de en Liendo, don Francisco oficia misa en Oriñón, Seña y Tarrueza. Es físico de profesión y destaca su vocación real por la Iglesia. Los vecinos subrayan que es «un hombre de muy buen carácter». En la misma línea, recuerdan que antes de su llegada, el templo estaba «un poco abandonado y solo se abría los sábados». Desde la llegada de don Francisco la iglesia ha recibido un lavado de cara, al igual que el altar y los objetos litúrgicos.

Aseguran que, en general, el pueblo de Liendo se encuentra consternado ante la noticia de su posible partida. Y es que el párroco ha dejado una profunda huella en la pequeña localidad durante sus cuatro años de servicio en los que ha conseguido «crear una comunidad», insisten.

Aunque no se conocen las causas concretas de la salida del religioso de la parroquia de Liendo, el fenómeno de sangría de vocaciones que afecta a la Iglesia es un hecho y existe una crisis en el relevo generacional que provoca que haya vacantes en las parroquias cántabras. Con la esperanza de mantener su legado y, si es posible, prolongar su presencia, los vecinos esperan ahora que el obispo atienda con comprensión a su misiva.