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La mañana de este lunes era un constante vaivén de gente al mostrador de Loterías y Apuestas del Estado del Restaurante Pinar de Somo. «Repíteme la jugada», le decía uno de los clientes a un pletórico Marcos Sánchez Bedia, propietario del establecimiento. Y con «jugada» ... el paisano se refería a los nada menos de dos millones de euros del boleto de la Bonoloto que resultó premiado este domingo y que fue sellado en el local. «¡Qué de puta madre!», resumía, sin eufemismos ni ambages, otro cliente al descubrir a los dueños del restaurante colocando el cartel ganador en el escaparate. El que no sabemos qué ha dicho todavía es el afortunado premiado, del que se desconoce su identidad, aunque Marcos apuesta −y de eso sabe mucho− que «es más probable que sea vecino que de fuera».
Cuatro euros, seis euros o incluso doce euros son las cantidades que han salido al pasar el código de barras de los boletos de quienes han ido a comprobar su suerte al punto de loterías del Pinar este lunes por la mañana. Unas cifras a años luz de los estratosféricos 2.033.958,51 euros, para ser exactos, que se llevó la persona que en ese mismo mostrador selló unos días antes el número 1-11-27-33-34-45, con el 2 como complementario y el 7 como reintegro. De la identidad del nuevo millonario poco o nada se sabe. Sólo elucubraciones.
«Ya estamos en fechas que empieza a venir gente de fuera, pero si tuviera que poner en una balanza yo creo que hay un 70% de posibilidades de que sea vecino y un 30% de que sea de fuera», calculaba Marcos, al que esta mañana era imposible borrarle la sonrisa de la cara. «Es que es como si nos hubiera tocado a nosotros, al fin y al cabo aquí estamos para eso, para repartir fortuna», destaca el lotero y hostelero. Eso sí, Marcos sabe que es muy poco probable que llegue a enterarse de quién es el agraciado «lo más probable es que vaya directamente a cobrarlo al banco», incide. No obstante, si logra descubrir su identidad, «sólo le pediré que me invite a un calimocho», dice con buen humor.
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El restaurante Pinar, que es un negocio familiar que Marcos lleva ahora junto a su hermana Isabel, lleva en activo desde 1982 y desde hace ocho años también dispone en el mismo local del punto de venta de Loterías y Apuestas del Estado. «Fue un sueño que tuvimos mi cuñado y yo y nos hemos esforzado mucho para sacarlo adelante», comenta Marcos. Pero hasta la fecha no habían entregado un montante de ese calibre, algo en lo que el propietario cree que tiene mucho que ver la escultura de un surfista de oro, venida desde Alicante, que colocaron en el establecimiento hostelero hace menos de 15 días. «Creemos mucho en estas cosas y seguro que nos ha traído buena suerte», recalca.
En la pared de detrás de la caja cuelgan exactamente nueve carteles, uno por cada premio que han dado en su tiempo en activo, pero todos son cifras entre los 2.528 euros y los 7.079 euros, el más cuantioso que habían dado hasta la fecha. La mañana de este lunes junto a todos esos carteles han colgado un décimo póster de 2.033.958 euros, los que acaban de salir del establecimiento. «Esperamos que esto sirva de efecto llamada para poder seguir repartiendo suerte, ese sería el mejor premio a todo nuestro trabajo», reconocía Marcos.
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