El exministro «hizo siempre lo posible» por visitar Solares, el pueblo donde nació

El pequeño Alfredo pasó los veranos de su infancia entre prados, jugando al tenis en el balneario, pescando en la zona del ferial y chutando la pelota entre árboles. «Recuerdo aquellos años muy bien, cuando nos divertíamos juntos en la pandilla de niños», evoca Juan José Perojo, alcalde de Medio Cudeyo (PRC). «Venía todos los veranos y se quedaba en casa donde su abuelo Jandro tenía la carnicería, en Calvo Sotelo 56». «Él me sacaba algún año, pero al final todos los chiquillos nos juntábamos a pasar las horas de las vacaciones», cuenta el regidor.

Alfredo Pérez Rubalcaba nació en Solares el 28 de julio de 1951; aunque pronto viajó a Madrid por motivos de trabajo de su padre, piloto de Iberia, que hizo la guerra en el bando nacional, y que pasaba las tardes de agosto en el patio del suegro, que era republicano. «Es un gran amigo. Lo recuerdo muy bien de niño. Era un completo atleta y muy inteligente. Ya de mayor, descubrí que no sólo era inteligente, sino que más bien era brillante», acredita el regidor de Medio Cudeyo.

No faltaba verano en que regresara a su tierra. «Hacía todo lo posible por venir, por visitar a su familia y por recordar sus orígenes. Hay que pensar que él siempre ha estado afiliado dentro de la agrupación socialista de Medio Cudeyo, nunca se ha cambiado», afirma Perojo. Los primos continúan regentando la carnicería familiar y su tía 'Chuchi', la peluquera, es bien conocida en el pueblo, como sus cuatro hijos, todos familia.

De las filas socialistas el agradecimiento llega también en forma de elogios: «Es y ha sido siempre una persona de referencia», sentencia Mercedes Carrera, candidata socialista a la alcaldía de Medio Cudeyo. «Mantuvo la afiliación con nosotros y siempre que lo requeríamos para alguna cosa teníamos un sí por respuesta».

El nueve de julio de 2014 Rubalcaba eligió su localidad natal en Cantabria para despedirse de la política en un emotivo acto rodeado de sus compañeros de partido en la localidad. Al entonces secretario general del PSOE se le escapó alguna lágrima al hacer balance de toda una carrera política en la tierra que lo vio nacer. Y meses después, cuando en mayo de 2015 la agrupación le solicitó su apoyo para presentar la candidatura municipal, volvió a dar la cara. «Nos acompañó y nos apoyó como siempre lo ha hecho porque su compromiso con el partido aquí ha sido incondicional», agrega Borja Sañudo, secretario General de los socialistas en Medio Cudeyo.

Ayer muchos vecinos del pueblo recordaban sus experiencias personales con el que fuera ministro de Educación (1992-1993), de Presidencia (1993-1996) y de Interior con José Luis Rodríguez Zapatero;pero pocos querían hablar. «Por respeto a la familia», se disculparon. Ese respeto es quizá el mejor síntoma del aprecio que se le tiene en la localidad.