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539 años lleva celebrándose en Carasa la fiesta de la Gata Negra, pero hoy, día de la señalada festividad, no es posible asegurar si se alcanzarán los 540.
Hace una semana, varias agrupaciones y partidos exigían la anulación de este festejo al considerar que se ... basa "en el maltrato animal" y denunciaba su "ilegalidad". Equo y la agrupación 'La Tortura no es cultura' trasladaban su queja al presidente regional, Miguel Ángel Revilla, a la directora general de Turismo, Eva Bartolomé, y al alcalde de Voto, José Luis Trueba. Tan sólo este último se ha pronunciado al respecto, estupefacto por la dimensión que está tomando la polémica, llegando al punto de colapsar la centralita del Ayuntamiento y su propio teléfono personal con llamadas relativas al ancestral evento.
Hoy mismo la plataforma Acción para el Respeto Animal (ARA) pide que «se tengan en cuentan» y «no sean ignoradas» las 145.000 firmas recogidas en change.org y Equo Derechos de los Animales exige al Ayuntamiento que «adapte» esta fiesta «al siglo XXI» y «a los nuevos tiempos», como ya se ha hecho en otras comunidades, y se sustituya el felino por un muñeco o alguien con disfraz.
Esta tarde, a las 20.00 horas, cuando está previsto el inicio del festejo, en Voto estarán los vecinos -defensores de su tradición-, los animalistas, -tratando de evitarla-, el Seprona -garantizando que no se maltrate a la gata- y la Guardia Civil -para controlar que las diferencias de opinión no pasen a mayores-.
¿En qué consiste la fiesta? Como muchas otras tradiciones de origen medieval, la Gata de Carasa parte de una superstición vinculada a la agricultura. En 1477, una terrible sequía amenazabas las cosechas del municipio y, ni corto ni perezoso, el alcalde de entonces, Manuel Otero, decidió encomendarse al azar. Para ello, llevó al pueblo una gata negra a la que se le atribuían poderes. Tras llevarla en procesión por el pueblo, como si de una figura santificada se tratara, la gata salió corriendo hacia los campos. Ese año, las cosechas mejoraron y desde el siglo XV se repite el ritual, aunque el municipio ya no dependa de cosecha alguna. Si la gata, que es negra pero ya no se le supone poder alguno, corre hacia la mies, los campos serán fértiles. Si huye, sin embargo, hacia el Pico Carrasco, será señal de malos augurios.
El desfile del animal se realiza en un transportín, a bordo de una carreta engalanada y seguida de cerca por los niños del pueblos disfrazados y los vecinos acompañando el recorrido desde Rioseco a la plaza del pueblo y un trovador dedicándole una selección de coplillas sobre los sucesos ocurridos en el pueblo.
Con los años, el Gobierno de Cantabria ha incluido esta celebración en su inventario de festejos. Lo califica como «un ritual único en España, marcado por la tradición agrícola y carnavalesca». La Gata Negra fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional el 3 de agosto de 1998.
El revuelo mediático generado por la fiesta ha dado pie a una petición en la plataforma Change.org que ha alcanzado las 143.000 firmas solicitando que se modifique la fiesta, poniendo en el lugar del animal, «un peluche o una persona disfrazada de gato». Promovida por Acción por el Respeto Animal, la propuesta cuenta también con el respaldo de Equo.
El alcalde del municipio insiste en no hay crueldad por ninguna parte. «Si lo ven , ven que no hay maltrato porque a la gata se la lleva en brazos. Se la trata de forma cariñosa. Ni se la patea, ni se la tira, como he oído que dicen, la lleva una señora en brazos y la suelta y: ¡Viva la gata! y las coplas», dice Trueba.
El regidor asegura que lo ha visto personalmente porque ha ido algún año. Admitió que mantuvo una conversación informal con el responsable de Sanidad Animal donde éste le comunicó la ley que se aplica en estos casos. «La interpretación de las normativas es amplia, Pacma (aunque son otros los firmantes del escrito) interpreta una cosa y nosotros otra. Si todos interpretáramos las leyes igual no había necesidad de jueces y abogados».
En estas lides, Trueba ha asegurado que la fiesta se va a celebrar y pone el origen de la polémica «artificial» en «personas que no tienen nada que hacer» y ha añadido que la gata no está estresada, pero él sí.
Habrá que esperar hasta esta tarde para conocer el resultado de este duelo.
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