El fuego se ceba con Barrio de Arriba

Los vecinos de Barrio de Ariiba (Riotuerto) se han despertado con la sorpresa de una nueva vivienda quemada en el pueblo. La edificación afectada es aledaña a las dos residencias vecinas que quedaron destruidas por otro incendio en la tarde del viernes. Al igual que en esa ocasión, esta vez no ha habido que lamentar daños personales y, de igual forma, todavía se desconocen las causas que provocaron las llamas. Ahora la Guardia Civil de Medio Cudeyo emprenderá una investigación para esclarecer lo ocurrido, tal y como trasladan desde el Ayuntamiento de Riotuerto.

Fue a las 06.00 horas cuando se alertó del incendio que estaba devorando la casa que ha caído esta madrugada. Hasta ahí se trasladaron en un primer momento dos camiones de bomberos de Villacarriedo, a los que más tarde se unieron compañeros de Santander. El alcalde, Alfredo Madrazo, que también acudió a esa hora al lugar de los hechos, confirma que «no tuvieron controladas las llamas hasta las 08.30 horas» y a su vez valora el esfuerzo de los bomberos que «están hechos de otra pasta, ni siquiera se les ve agotados a pesar de todo el trabajo que llevan y las horas que eran».

El resultado es una tercera casa «completamente destruida», valora Madrazo. La edificación, que es la que hace esquina de la hilera de cinco casas afectadas, ya había quedado «un poco» tocada en su tejado tras el incendio del viernes en el que ardieron dos de las viviendas centrales de la calle. Ahora sólo quedan en pie y sin grandes daños las dos que quedan al otro lado de las que ardieron en un primer momento.

No se sabe nada de cómo se originó esta vez el fuego, pero el hecho no deja de ser sorprendente siendo que «ayer mismo los bomberos regresaron a las dos casas incendiadas originalmente para comprobar que todo estaba bien». Sin embargo, el «fuerte viento de esta noche» sí podía ser el causante al reavivar alguna brasa de hace dos días, según apuntaban al regidor los profesionales de sofocar las llamas.

Toda la barriada es de edificaciones muy antiguas, y fabricadas de madera, con lo que se han consumido velozmente, sin que se pudiera hacer nada por ellas y, al parecer, es fácil que queden rescoldos bajo la ceniza. Esta tercera vivienda era propiedad de un vecino que no vive en ella de forma continua, y en el momento del incendio no había nadie en su interior.

Respecto a las dos casas que se quemaron el viernes, ambas pertenecen a la misma familia, y desde el consistorio se está trabajando para que esta misma semana (por ahora se han alojado con conocidos) pasen a ocupar un piso que es de propiedad municipal. «Vamos a volcarnos con esta gente, no los vamos a dejar en la calle», se compromete el alcalde.