Liérganes bautiza su biblioteca en honor a una maestra recién jubilada

Liérganes ·
Las instalaciones, que se abrieron en 2019 en la antigua escuela unitaria, pasarán a llevar el nombre de Laureana Gómez Calvo, profesora recién retirada

Héctor Ruiz

Liérganes

Sábado, 29 de mayo 2021, 15:55

Laureana Gómez Calvo (Liérganes, 1955) es una de esas profesoras ya en vías de extinción. De las de libro antiguo que tuvieron que adaptarse a los nuevos ordenadores, con todo el cambio social y didáctico que ello trajo consigo. Y es que, más de ... cuarenta años en las aulas a las espaldas dan para mucho. Las casualidades quisieron que su retirada llegara el pasado año, en plena pandemia, y por ello sin grandes celebraciones. Ahora se ha revertido ese hecho, y el Ayuntamiento ha querido rendirle un homenaje al bautizar con su nombre la biblioteca municipal, en representación a la labor que, como ella, desempeñan el resto de maestros.

Cuando Laurena, o 'Lauri' como le llaman los que la conocen, aprobó las oposiciones de Magisterio con 22 años comenzó un periplo de destinos: Villaverde de Pontones, Mirones, San Roque de Riomiera y Santoña. El último de ellos fue Liérganes, su pueblo natal, donde ejerció 32 de sus 43 años como funcionaria. «Las viejas escuelas unitarias eran como una gran familia. Tenías 30 alumnos de edades diversas, y los padres te contaban incluso sus problemas», recuerda Laureana.

Es precisamente la antigua escuela unitaria de niñas la que desde ahora lleva el nombre de Laureana. Se ha bautizado en su honor al edificio, que en 2019 fue reinaugurado como biblioteca municipal. Ahora y casi un año después de que se retirara de la docencia, el Ayuntamiento ha realizado un sencillo acto con profesores, alumnos y miembros de la corporación municipal en el exterior del centro en el que impartió clases más de tres décadas.

Para sellar este bautizo, el Consistorio realizó hace un par de semanas un mural artístico en la fachada de la biblioteca firmado por Mamen Restegui, una artista polifacética. La creación es un reconocimiento a todos los maestros y, en especial a Lauri, a la que se le entregó una placa conmemorativa, una orquídea y unos dulces. La veterana profesora agradeció al colegio y al consistorio el acto y reconoció que «volvería a ser maestra en un colegio rural, aunque la docencia es dura, pero me ha dado tantas satisfacciones que lo bueno ha compensado los momentos malos».

Entre los retos que tuvo que encarar en su carrera, menciona las nuevas tecnologías. «Los docentes jóvenes son nativos digitales, mientras que mi generación era la de la máquina de escribir», no obstante reconoce que «los avances en cuatro décadas han sido espectaculares», y reconoce la mejoría que han supuesto. «Antes la circulación de la sangre y el corazón la explicabas tirando de libro. Ahora instalas el proyector en el aula y un vídeo sobre el tema permite a los alumnos escuchar los latidos del corazón».

Laureana se va con la expectativa de convertirse en abuela por primera vez de su primera nieta en cuestión de semanas, dedicarse a leer y a la jardinería y, sobre todo, se marcha con el cariño de sus alumnos, que siempre le saludan y hablan con ella cuando pasea por la calle, lo cual «es un regalo enorme».