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«Le gustaban mucho los coches buenos y las motos, pero era un chaval muy tranquilo, muy buena persona, afable y querido en todo el pueblo». El alcalde de Liérganes, Ángel Bordas, da cuenta del cariño que sus vecinos tenían a Gonzalo Martínez Bustamante, el ... joven de 30 años que falleció ayer en un accidente de moto cuando circulaba por una carretera de Valderredible, cerca de Rucandio. Con él viajaba su pareja, una joven de 33 años de Entrambasaguas, muy conocida también en Liérganes, y que resultó herida de gravedad. La chica permanece ingresada en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Marqués de Valdecilla, donde la evolución durante las últimas horas ha sido favorable y su vida ya no corre peligro.
Gonzalo era hijo único. Sus padres, Chuchi y Marisa, han vivido siempre en el centro de Liérganes, lo que hace que sea un matrimonio «muy querido y conocido» en el pueblo. Como su abuelo 'Pepe, el cartero', «un paisano que estaba siempre con las vacas saludando a todo el mundo». «La verdad es que han sido siempre una familia tradicional y muy entrañable», señala el alcalde de Liérganes, apenado por la triste noticia: «Nos hemos enterado esta mañana a primera hora, es una pena cuando pasan estas cosas».
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El joven fallecido era ingeniero y tenía un «buen puesto de trabajo» en una fábrica en la que empezó de prácticas y fue escalando, lo que le valió para ahorrar e independizarse de sus padres. «Se había comprado una casa recientemente», señalan vecinos del pueblo.
El accidente en el que Gonzalo perdió la vida tuvo lugar ayer sobre las 20.10 horas cuando la motocicleta que conducía se salió de la vía en la CA-274, en el punto kilométrico 8,500. Los primeros datos apuntan a que el accidente podría haberse producido al esquivar a un animal.
«Vivíamos cerca y aunque éramos de generaciones muy diferentes y no teníamos tanta relación, Gonzalo era un chaval muy agradable, buen estudiante y con una vida muy sana. Le gustaban las motos, ir al gimnasio y nunca dio un problema. Es muy injusto lo que le ha pasado», señala una vecina que conoce a la familia.
Con la muerte de este joven, son ya veinte las personas que han perdido la vida en las carreteras de Cantabria en lo que va de 2023, una cifra que duplica ya la que se registró durante el año pasado. Ocho de ellas corresponden a motoristas.
El anterior accidente mortal con una moto implicada sucedió la semana pasada en la Autovía de la Meseta, la A-67, a la altura de la localidad de Boo de Piélagos. Se trataba de un vecino de Suances de 52 años. Unos días antes perdió la vida un británico de 57 años tras sufrir una salida de vía con la moto que conducía en el Alto de La Matanela, puerto que discurre por el límite sur de las montañas pasiegas.
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