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Monumento a la Marquesa de Pelayo en el Sardinero DM .

La marquesa de Pelayo

Maria Luisa Pelayo, sobrina del Marqués de Valdecilla no sólo heredó su patrimonio, también su labor filantrópica

DM .

Santander

Viernes, 1 de febrero 2019, 07:49

María Luisa fue sobrina del marqués de Valdecilla, don Ramón Pelayo de la Torriente. Al morir sin descendencia, fue nombrada por el rey Alfonso XIII, en 1929, II marquesa de Valdecilla y I marquesa de Pelayo. Su figura siempre se configuró un poco a la sombra de su tío, del que no sólo heredó su patrimonio, sino que continuó con su labor filantrópica, sobre todo en todo lo relacionado con la infancia. Tales fueron sus obras benefactoras que Santander le dedicó una escultura, en forma de fuente que hoy en día se puede disfrutar en la Avenida de Reina Victoria de Santander. La misma fue erigida por un gran escultor de la época el valenciano Mariano Benlliure.

La marquesa de Valdecilla o de Pelayo fue una gran benefactora de la capital cántabra, para la que costeó, en 1928, la Casa de Maternidad y el Jardín de Infancia, centros de beneficencia pública dependientes de la antigua Diputación Provincial. Ambas dependencias fueron inauguradas por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, colocándose en el jardín de la finca elmonumento que, en honor de doña María Luisa, había realizado Benlliure.

Datos todos ellos recogidos del análisis del monumento que realizó la Universidad de Cantabria, en su ciclo dedicado a la Pieza del Mes, analizando tanto el monumento como la figura de la marquesa. Dicho monumento se trasladó a su ubicación actual en Santander en 1988.

La ciudad de Santander rindió homenaje a la Marquesa con una escultura en la avenida de Reina Victoria

Además de esta fundación, la marquesa de Pelayo también acometió otras obras de caridad, como la creación de una escuela de enfermeras y postgraduados en la Casa de Salud de Valdecilla o el pago de numerosos viajes de médicos y arquitectos a lugares apartados donde su ayuda era necesaria. Con motivo de una donación que hizo a la Universidad de Madrid para instituir la cátedra Valdecilla le fue concedida la Gran Cruz de Alfonso XIII.

El monumento que se levantó en su honor consta de un pedestal de granito de estructura semicircular que hace las veces de fuente, con ocho niños, en bronce, que juegan en torno a una concha en la que reposa el agua.

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