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Miguel Gómez, conocido entre sus amigos y compañeros de profesión como Minin, perdió la vida el martes a los 41 años en un accidente de tráfico producido en Salamanca tras quedar atrapado en el interior de la cabina después de volcar el camión que conducía.
Según la información recogida por El Norte de Castilla, el accidente se produjo a las 18.40 horas en la autovía A-66 a su paso por Cabeza de Béjar (Salamanca), en sentido a la capital charra (60 kilómetros al sur de la misma), cerca del matadero El Navazo.
Al lugar de los hechos acudieron los Bomberos de la Diputación, la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia del Sacyl (Gerencia Regional de Salud de Castilla y León).
Al parecer, en un primer momento varias llamadas avisaron del vuelco de un camión ocurrido en el kilómetro 396 de la autovía, en sentido a Salamanca, a consecuencia del cual el conductor del vehículo estaba inicialmente herido. Los responsables de la Sanidad en Castilla y León enviaron un helicóptero sanitario, una ambulancia de soporte vital básico y personal sanitario de Atención Primaria del centro de salud de Guijuelo. Minutos después, ya en el lugar, los sanitarios confirmaron el fallecimiento del conductor, vecino de la localidad de Obregón (Villaescusa).
Por el momento no han trascendido las causas del accidente, pero la Guardia Civil de Tráfico se ha hecho cargo de las correspondientes diligencias de investigación.
El fallecido, que tenía un hijo, cogió el testigo de su padre en el oficio de camionero siendo joven y formaba parte de Asemtrasán (Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria), donde todos los asociados le conocían. «Era una personas muy abierta, dicharachera, con carácter y muy comunicativa. Entablaba relación con todos», describía ayer el nuevo presidente del colectivo, Óscar Armando Guerra, quien lamentó la pérdida de este compañero en unas circunstancias que «desconocemos».
El presidente de Asemtrasán asegura que la trágica noticia del fallecimiento de Miguel les llegó en cuestión de horas: «Se dedicaba al transporte nacional de graneles. Es una pena porque era una persona muy válida. Estamos consternados porque se trata de una muerte violenta».
El funeral por Miguel se celebró ayer en la parroquia de Obregón y después fue incinerado en el cementerio de Ciriego.
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