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El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Nº1 de Santander, Fernando Vegas, ya tiene en su poder la autopsia definitiva de Eva Jaular, la mujer que fue brutalmente asesinada hace nueve meses junto a su bebé en su casa de Liaño.
La principal ... conclusión a la que han llegado las dos médicos forenses que se encargaron del examen es que la víctima murió por las heridas múltiples penetrantes con arma blanca que recibió en tórax y abdomen. En total fueron seis las puñaladas o cuchilladas, ya que se desconoce el arma con el que la mataron, puesto que no llegó a localizarse. Lo único que se ha determinado es que se trataba de una «arma monocortante, muy afilada, con una ancho de hoja de al menos 1,1 centímetros, y de tipo recto (que no se ensancha en su filo)».
En su informe, las dos forenses describen con detalle el lugar donde aparecieron las dos víctimas. En el caso de la madre, su cuerpo se encontraba en decúbito lateral (de costado) derecho, en el patio exterior de su vivienda, bajo cuatro palés de madera sujetos con bloques de hormigón y tapada con un edredón blanco. Junto a ella se encontraba en decúbito supino (boca arriba) el cadáver de su hija de once meses, que, a la espera de su autopsia definitiva, recibió un pinchazo y «posiblemente falleció por asfixia», según apunta la Fiscalía.
En el caso de Eva Jaular, las forenses establecen la hora de su muerte entre las 16.00 y las 21.00 horas del 16 de diciembre de 2021 (el cadáver fue encontrado a las 14.50 horas del día siguiente por la Guardia Civil). Junto a su cuerpo se encontró una bolsa con enseres infantiles y un zapato de la niña, cuyo par apareció junto a un gorro infantil rosa en el patio, cerca de la entrada.
En el caso de las seis heridas inciso-penetrantes que le provocaron la muerte, la autopsia recoge que dos de ellas son «superficiales», no penetraron en profundidad, y otras dos afectaron al pulmón, causando su colapso, así como un shock hipovolémico (pérdida grave de sangre que hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo). Las otros dos heridas fueron más profundas, lesionaron el diafragma y atravesaron el hígado.
Según señalan las forenses, la existencia de lesiones por arma blanca penetrantes pero superficiales, así como la disparidad de localizaciones, indica que la víctima se defendió o luchó. Y prueba de ello es que, además de las heridas por arma blanca, el cuerpo de Eva Jaular presentaba múltiples lesiones de tipo contuso -como hematomas, erosiones e incluso fracturas dentales- en varias zonas del cuerpo (cráneo, cara, abdomen, extremidades y tórax), compatibles con un mecanismo de producción de trauma contuso directo (puñetazo, golpe con un objeto, caídas...), que se produjeron próximas a la muerte.
Las forenses concluyen que las lesiones que presentaba el cuerpo son características de «una muerte violenta propia de un homicidio por las localizaciones de las heridas, su multiplicidad en cuanto a número, tipo y gravedad, y por las características del hallazgo del cuerpo en el levantamiento del cadáver».
En la autopsia también se hace referencia a una serie de pruebas complementarias como son el estudio criminalístico de fibras presentes en las uñas de la víctima realizado por el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, y ampliado con cotejo de ropas de la víctima. Lo que han encontrado los investigadores son fibras de varios colores y tipos y un fragmento de pelo humano de pequeño tamaño «no apto para su estudio morfológico ni genético». Además, «no existe compatibilidad entre la fibras encontradas en las uñas y las ropas de la víctima».
También se ha realizado un estudio criminalístico de las soluciones de continuidad presentes en la ropa. Un tipo de análisis en una evidencia física como cortes, orificios, rasgaduras, desgastes o quemaduras que permite estudiar las características de los bordes producidos por su interrupción, así como su forma.
La conclusión a la que llegan los investigadores es que las rasgaduras en la ropa de la mujer son compatibles con haber sido producidas con un arma blanca de las mismas características que la descrita como causante de las heridas cutáneas y costales que presentaba.
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