Secciones
Servicios
Destacamos
No hubo tanta gente como el fin de semana pasado, eso seguro. Pero el botellón en la Playa del Puntal volvió a repetirse este sábado –eso también es seguro–. La publicación de las fotos de la multitudinaria fiesta en El Diario Montañés que tanto han ... dado que hablar (eran la comidilla) y el rumor de que la Guardia Civil iba a aparecer –el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar había solicitado su presencia– restó movimiento a la convocatoria, pero en torno a trescientos jóvenes volvieron a concentrarse en el arenal. Hubo presencia de medios de comunicación y sí, la Guardia Civil apareció. Tres agentes en una lancha neumática que iba y venía por el agua y que se dirigió a alguno de los barcos que estaban fondeados por la zona. Pero, en principio (al menos hasta eso de las ocho de la tarde), nada más. No se bajaron de la zódiac, que estuvo, aproximadamente, entre las seis y media y las siete y media. «¿Ya se van? A ver si se van por fin y podemos poner la música», comentaba un grupo de jóvenes con un altavoz de considerables dimensiones en la playa.
Hizo bueno y en El Puntal hubo gente todo el día. La estampa habitual de un fin de semana. Así que, entre los que tomaban el sol y disfrutaban de la jornada playera desde última hora de la mañana había familias y grupos 'de toalla', gente tomando el aperitivo o comiento en los chiringuitos y otros que, mezclados con los demás, querían disfrutar de esa parte (de un día de chapuzón y sol al uso) y también de la fiesta posterior.
Así que, a partir de las cinco y media, empezaron a juntarse los del biquini y el bañador con los chavales que venían directamente al botellón, más 'arreglados'. Algunos en las lanchas que hacen el servicio regular, pero una buena parte en barcos particulares, en los que llegaban numerosos grupos de jóvenes.
En el momento en que más gente hubo, unas trescientas personas. Y aquí la clave estuvo en la salida de la última lancha hacia Santander, a las ocho. Había ganas de quedarse y más de uno se acercaba a preguntar a otros. «Hola, ¿vosotros tenéis barco?». De hecho, también habían leído lo de los 'transportes piratas' que, presuntamente, la semana pasada hicieron el agosto –en julio– llevando a la muchachada que se quedó hasta altas horas. Así que preguntaban (alguno creyendo que tendría un cartel de taxi, o algo parecido). «No, lo que sí hay es gente que dice, 'oye, te doy tanto si me llevas de vuelta'».
Los chavales, ya metidos en baile, copas, música y botellón, hablaban de eso o de lo que pasó con el altavoz que se usó el último día. Que si era de unos de Somo y que se lo habían robado, y que lo habían traído unos de Santander. El caso es que, pasada la hora de salida de la última lancha quedaría en la playa un centenar de jóvenes. Todos los que tenían el regreso asegurado. «Ha habido poco, el día que menos. A ver si esto vuelve a ser como antes».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.