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«Está claro que el tema causa polémica», dijo el concejal socialista, Ramón Hoz, respecto al aparcamiento en el casco histórico de Liérganes. «¡Años llevamos con esto, años!», recapituló al respecto el alcalde, el popular Ángel Bordas. La cuestión volvió a ser protagonista de parte ... del debate plenario del jueves a través de una moción de Unión por Liérganes y Pámanes (ULP), que sigue sin estar de acuerdo con que el equipo de gobierno (PP-PRC)deshaga lo que hicieron ellos al frente del Ayuntamiento en la pasada legislatura y permitan que los vehículos vuelvan a ocupar un espacio que está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico.
Sin embargo, el regidor, pese a las críticas que dicen que está cometiendo un «atentado» y «una barbaridad», confirmó que prefiere favorecer el comercio y la comodidad de los vecinos en detrimento de la conservación y la imagen del casco de la villa. Todo ello en una sesión en la que se aprobó también el Presupuesto anual de Liérganes por 2,3 millones de euros y se debatieron nueve mociones presentadas por los partidos de la oposición que el equipo de gobierno rechazó de plano una por una.
Las decisiones que tomó la ULP en el tiempo que gobernó (de 2015 hasta mayo de este año) fueron en la dirección de limitar la presencia de coches en el casco histórico para potenciar la imagen de postal del conjunto. Un camino que ahora se está deshaciendo con el gobierno del PP y PRC −este último antes era socio de la ULP−. Los conductores aparcan no solo en las líneas amarillas, también entran en la emblemática plaza de Los Cañones, de dónde se sacó el tráfico rodado tras un proyecto del Gobierno de Cantabria que ahora los independientes piden que se respete o, al menos, instaron al alcalde a aclarar sin ambages que volvía a ser «un aparcamiento».
El regidor accedió a la segunda parte de la petición, la que concierne a confirmar que va a permitir el acceso de los coches. «Mientras yo esté sentado en este sillón será así», dijo. E incluso se atrevió a afirmar que esta era una promesa electoral que, posiblemente, le había ayudado a ganar las elecciones porque «la mayoría de vecinos» están a favor de dejar su coche en el casco para hacer sus recados. Asimismo, Bordas opinó que el bolardo retráctil que se colocó la pasada legislatura para que solo pudieran acceder con sus vehículos los residentes de la plaza no libraba a la misma de tener turismos mal aparcados. Algo en lo que no estuvo de acuerdo la portavoz de la ULP, Ana Isabel Ríos, que incidió en que «estos días se ha podido ver al árbol de Navidad de la plaza abrigado por un montón de coches a su alrededor y eso antes no ocurría».
El edil socialista por su parte quiso reconducir el debate y puso sobre la mesa la necesidad de buscar un espacio alternativo de aparcamiento cercano y retirar en la medida de lo posible el estacionamiento de Los Cañones. Mientras, el primer teniente de alcalde, el regionalista Jose Ortiz, reconoció que se estaba trabajando en esa dirección y afirmó que las medidas que él mismo promovió durante la anterior legislatura en la que formó bipartito con la ULP no fueron las más apropiadas y que él «siempre» abogó por un sistema mixto en el que se saquen los coches del espacio en las temporadas de afluencia turística y se permitan el resto del año.
La de la plaza de Los Cañones fue una de las nueve mociones de ULP y el PSOE. Todas ellas acabaron frustradas por el voto del equipo de gobierno (PP y PRC). Es más, incluso en una de ellas que presentó el edil socialista para instar al Gobierno de Cantabria a instalar más aceras y pasos de cebra en puntos negros de seguridad vial, el alcalde incidió en que «no aprobaría ninguna moción» esta legislatura para dirigirse al Ejecutivo regional, ya que prefiere «hacerlo por otras vías».
Con todo, se trató de una sesión en la que los niveles de tensión estuvieron contenidos pero cerca de estallar. Incluso en determinado momento el regidor, molesto porque la ULP hubiera presentado propuestas tan desarrolladas por escrito, se refirió con referencias veladas y una apelación directa al exalcalde, Santiago Rego, que estaba presente en la sala y tuvo que pedir a Bordas que «guardara la compostura» y que «ni le mentase».
El documento económico para 2024, de 2,3 millones de euros, salió adelante con los votos del equipo de gobierno (PP-PRC) y del PSOE, mientras que la ULP votó en contra. El alcalde, Ángel Bordas (PP) defendió el documento por ser «muy real» y por no «no subir los impuestos». Asimismo, destacó que hay una partida para finalizar la obra del edificio Cantolla, construir más nichos en el cementerio y comprar un terreno para aparcamientos junto al parque de Pámanes. La ULP justificó su voto en contra porque consideró el Presupuesto un «calco» del año anterior y de hecho «están consignados los 65.000 euros para el cementerio que es un proyecto que debería estar ya acabado». Además, dijo que «no propone una apuesta real por la cultura» y contempla una «oficina de turismo innecesaria porque ya tenemos una».
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