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Aunque en el reparto los kilómetros de arenales quedaron en la margen contraria del estuario del Miera, en Ribamontán al Mar, en Marina de Cudeyo ... también pueden presumir de tener playa, la de Pedreña. No es muy grande, ni tiene olas, pero sí una maravillosa panorámica de Santander, un ambiente tranquilo, familiar y deportivo, puesto que por sus características es la elegida para practicar deportes náuticos, sobre todo por los principiantes. Además, este año el espacio ha contado con servicio de salvamento por primera vez, algo que ha animado todavía más la afluencia en los escasos días de sol de este verano.
Que Pedreña tiene playa no es, ni de lejos, una sorpresa, y menos para los oriundos como Sonia Igareda. «Vengo aquí desde que era pequeña», recuerda, cargando dos grandes flotadores de unicornios al salir de darse un chapuzón con su hija pequeña. «Es perfecta para los niños, porque al no haber olas no hay tanto peligro», valora. Además, para los jóvenes también hay formas de encontrar diversión. «Aquí de toda la vida los chavales nos íbamos a bañar al embarcadero y esperábamos a que pasara la lancha para aprovechar la ola que genera, y lo siguen haciendo».
A eso hay que añadir que las aguas de la playa de Pedreña son perfectas para los que empiezan con deportes como el paddle surf y el windsurf, dado que son poco bravas. «En lo que llevamos de verano aquí sólo hemos realizado 20 servicios, casi todos por algún corte, contusiones y poco más», apunta Pedro Díez, coordinador del servicio de salvamento, que este año ha estado efectivo en este enclave gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Marina de Cudeyo, con la colaboración del Gobierno regional.
ESPACIO SEGURO
DEPORTES
Si de algo puede presumir este pequeño arenal es de sus vistas privilegiadas a la bahía y el frente marítimo de Santander. Además, está junto a la senda costera, que permite bordear la costa a pie y en bici desde Somo hasta Pontejos. «A mí, lo de caminar no me entusiasma, pero hay que hacerlo por salud y porque a la perra le encanta», dice mientras pasea por el camino Rosa María Martínez, residente de Medio Cudeyo, junto a su hija, Rosana López, y su pastor alemán, Kira.
Con todo, es un espacio que eligen muchas familias, que incluso llevan sus mesas de camping. «Aquí se está muy tranquilo», dice Natalia Limón mientras sirve el postre. Ella destaca también la «facilidad para aparcar», frente a otros espacios más masificados como la vecina playa de Somo, una ventaja que resaltan la mayoría de usuarios. Todos estos ingredientes permiten a Pedreña sacar pecho y afirmar que sí tiene playa.
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