La plaza central de Somo se reformará tras el verano

Después de muchas idas y venidas, la remodelación de la plaza central de Somo parece que por fin verá la luz. Lo hará, además, sin que a sus pies se ejecute el planteado aparcamiento subterráneo que tantos quebraderos de cabeza ha generado desde que en 2018 se anunciara el proyecto. Para las obras, el Ayuntamiento ya ha consignado cerca de dos millones de euros, y espera iniciar próximamente la licitación con el horizonte fijado en septiembre para el arranque de los trabajos. En las distintas fases del proyecto, incluidas las modificaciones últimas para reajustar todo y eliminar el aparcamiento, ya se han gastado en torno a los 230.000 euros de las arcas municipales.

En el último pleno de Ribamontán al Mar, se sometió a votación la aprobación del proyecto modificado de la obra, y se consignó para ello cerca de dos millones de euros. Una propuesta que salió adelante con unanimidad; lo que era de esperar, puesto que si en algo coinciden todas las formaciones desde un primer momento es que la remodelación de la plaza era una necesidad al haberse quedado obsoleta. En lo que siempre han discrepado equipo de gobierno y oposición es en la idoneidad de realizar el aparcamiento, algo que los primeros defendían a capa y espada mientras que los segundos lo veían como una inversión desorbitada y un planteamiento inviable.

Finalmente, tal y como está trazado ahora, el espacio resultante conservará un espacio de uso deportivo. No obstante, este incluirá sistemas para amortiguar los golpes, y que por ejemplo el ruido de los balonazos no resulten tan molestos. Asimismo, se destinará una zona más grande para juego de niños. Entre otros aspectos, se incluye un pequeño escenario junto al Aula de Cultura de Somo. Dicha propuesta fue la ganadora en el concurso de ideas convocado por el Consistorio en 2018, y lleva el título de 'Geometría construida', bajo la firma de los arquitectos Edgar Robledo García y Noelia Martínez Rodríguez, de la empresa santanderina Mr2arquitectos. En ese diseño se contemplaba la creación del subterráneo con 250 plazas de aparcamiento, aunque no verá la luz. Al igual que otras cuestiones que se proponían en el boceto inicial, y que en estos años se han ido replanteando.

El último desembolso asumido por el Ayuntamiento han sido 18.000 euros en concepto de modificación del proyecto, pese a que desde un primer momento se informó desde la Alcaldía que los diseños que se realizarían serían siempre independientes a si finalmente se hacía o no el aparcamiento. Esa cantidad se añade a los 209.854 euros de montante económico que en suma se calcula que a finales del pasado año el Consistorio llevaba ya destinado a esta iniciativa en distintos aspectos como, por ejemplo, 18.000 euros en premios del concurso de ideas, otros 10.816 de catas y estudio geológico para comprobar si la construcción era viable y, entre otras partidas, 167.000 euros a la empresa Mr2arquitectos para la redacción del proyecto, que ahora ha sido rectificado tras la decisión de no hacer el aparcamiento.

El anuncio del subterráneo ganó detractores tras su anuncio, no solo en la oposición, también en un grupo de propietarios de viviendas cercanas a la plaza, que temían que las obras perjudicaran a sus casas. Visto el rechazo, el alcalde, Francisco Asón, postergó el proyecto, y lo llevó como parte de su programa de gobierno en los pasados comicios. Pese a que revalidó su Alcaldía una vez más con mayoría, finalmente se echó atrás porque no se registraron las suficientes reservas de plazas entre vecinos y propietarios. En su lugar, se optó por la construcción de una unidad de ejecución en el terreno del aparcamiento gratuito que estos veranos se puso a disposición de los turistas en el monte Arna, en donde habrá un espacio de pago para 200 coches en dos alturas, un proyecto que es más viable, según valoró el equipo de gobierno.