La presión vecinal provoca la marcha de los okupas de una vivienda en Treto

La salida de los okupas de la vivienda se ha producido después de la concentración llevada a cabo este pasado domingo por los vecinos y asociaciones, que se reunieron a modo de protesta frente al portal de la vivienda.

En la concentración, denunciaron la «dificultad legal» para desalojar a los okupas, así como la «excesiva lentitud de la Justicia ante la proliferación de delitos de esta índole en la zona de Cantabria oriental».

El piso que ayer abandonaron los okupas es utilizado como segunda residencia durante los fines de semana y las vacaciones y, pese a que los propios vecinos del inmueble trataron de impedir la usurpación, en un principio no pudieron conseguirlo.

Así lo explicó el domingo Emilio Zabaleta, vocal de la junta administrativa de propietarios de la comunidad, que recordó que la ocupación ilegal se produjo hace justo una semana, el pasado miércoles. Ese día, «un vecino escuchó movimientos y al ir a mirar se encontró a los okupas cambiando la cerradura del piso», relató Zabaleta, que recordó que de inmediato, se dio aviso a la Guardia Civil, que se personó en el bloque aunque en ese momento no pudieron echar a los usurpadores de la vivienda. «Tuvieron que esperar un rato largo hasta que les abrieron. Debieron hablar con ellos pero no les sacaron», insistió. Ante esa situación, según relató Manuel Copa, presidente de la comunidad de vecinos, se pusieron en contacto con la propietaria del inmueble que denunció la situación el pasado sábado.

El domingo, los vecinos de Treto, indignados por la situación, se encargaron de dejar claro a los okupas que no iban a dejar de presionarles hasta que se fueran. Hicieron sonar silbatos y cacerolas en la urbanización, tocaron constantemente el timbre y varios de los inquilinos subieron hasta el piso para llamar la puerta y clamar para que se fueran. Al final, dos días después, ayer pudieron ver cómo sus deseos se hacían realidad y los okupas abandonaban el inmueble.