

Secciones
Servicios
Destacamos
Por todos es conocida la faceta filantrópica del marqués de Valdecilla, Ramón Pelayo de la Torriente. Ahí está el nombre del hospital santanderino que sufragó para que no caiga en el olvido. Pero también desarrolló una labor no menos encomiable por la educación de la región, cuya financiación impulsó la creación de en torno a medio centenar de escuelas rurales por toda Cantabria que aún hoy los más mayores en los pueblos recuerdan. Muy en especial, como no podía ser de otra manera, fue el esfuerzo que dedicó al colegio que fundó en su pueblo natal, Valdecilla (Medio Cudeyo). Los fondos que el noble donó para dicho centro son testigo inapelable de ello. Sin embargo, son materiales didácticos que las nuevas tecnologías habían ido dejando en desuso, por lo que de un tiempo a esta parte estaban cogiendo polvo en una esquina. Así que, en un ejercicio de puesta en valor, el Ayuntamiento ha decidido ahora darle el lugar que merece en una sala especial en el Centro Cultural Ramón Pelayo de Solares.
Resulta imposible hacerse una idea de la cantidad de alumnos del Colegio Marqués de Valdecilla que a lo largo de las últimas décadas habrá aprendido a situar América, clasificar animales o las partes del cuerpo humano con el material que donó en vida el indiano más ilustre de Valdecilla. Abuelos, padres e hijos se han ido sucediendo tras el pupitre de la escuela con esos mismos mapas y láminas ante sí; también muchos de ellos se toparon con ese antiguo y ajado tomo de Don Quijote de la Mancha que llegó legado por el indiano.
Sin embargo, ese mismo libro de Cervantes llevaba sin salir de la biblioteca escolar desde el 91, tal y como consta en la hoja de préstamos que hay en su interior. Ese ejemplar junto al resto de la biblioteca, tras haber prestado servicio con ahínco y quedar relegados por las pantallas, reclamaban un nuevo capítulo, en lugar de permanecer olvidados en una esquina del centro escolar. «Ahí sólo se estaba deteriorando», aduce el concejal de Cultura y Juventud, Sergio Ceballos. Así que los fondos escolares donados por Ramón Pelayo de la Torriente han sido trasladados a una dependencia dedicada exclusivamente a ello en el centro que lleva su mismo nombre, donde el público podrá conocerlos y consultarlos.
Entre los libros, se encuentra una profusa colección adquirida a finales del siglo XIX y principios del XX que «es difícil de encontrar en cualquier colegio», dice el edil, que es graduado en Historia. Además, hay láminas antiguas de anatomía y de fauna, así como mapas de todo el mundo de Paul Vidal de La Blache, que «era uno de los mejores geógrafos de la época, con lo que se demuestra que el marqués no adquirió cualquier material didáctico», apunta Ceballos. Asimismo, se puede encontrar una maqueta de rotación de la tierra y dos de barcos que «según ha valorado una restauradora tienen gran valor». Todo ello, con dos escritorios y la propia estantería que fueron adquiridos por el marqués. «Queríamos que todo esto tuviera el lugar que merece, mucho se va a restaurar y aquí cada año que pase va a tener más valor», apunta el edil. El legado del marqués ha encontrado su merecido retiro dorado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Álvaro Machín | Santander
Guillermo Balbona | Santander
Sócrates Sánchez y Clara Privé (Diseño) | Santander
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.