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Ayer, a menos de 24 horas de la entrada en vigor de la nueva zona azul de Somo y Loredo, muchos de los residentes, trabajadores, ... propietarios y demás beneficiarios todavía no disponían de su tarjeta de temporada después haberla solicitado hace días e incluso semanas. Y, claro, los nervios afloraban ante la inminente vigencia de la OLA desde hoy, con la consecuente amenaza de tener que abonar tique. No obstante, desde el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar y desde la empresa adjudicataria del control, Dornier, pedían calma y aseguraban que en ningún caso tendrán que pagar más ni se multará a aquellos que cumplan los requisitos y no se les haya hecho ya entrega de la tarjeta física solicitada. Además, aclaran, «los primeros días se hará una labor de información y no de sanción».
Cerca de «dos horas» aguardó fila ayer por la mañana en la oficina que se ha dispuesto para la gestión de la OLA Ane Pancorbo, empadronada en Somo y propietaria de un negocio. «Yo solicité la tarjeta el 4 de junio, y nos dijeron que en una semana nos llamarían, pero no lo hicieron», explicaba. Así que decidió personificarse este lunes en el mostrador para averiguar cuál era el problema. «Están saturados», justificaba la vecina, que al mismo tiempo explicaba, ya con la tarjeta en la mano, que «he recogido también la de mi padre, otro familiar y una amiga».
El caso de Pancorbo es el mismo que el de la gran mayoría que ayer se acercó al lugar, generando largas colas durante toda la jornada e incluso, por la tarde, con momentos de tensión según trasladaban testigos. Había una gran incertidumbre en la espera, sobre todo porque sobrevolaba la puesta en marcha de los parquímetros en horas. «Yo hice todo con tiempo, el 2 de junio estaba aquí, y cumplo los requisitos así que no voy a poner tique y si me multan acudiré al Ayuntamiento», decía Oleg Denisov, vecino de Somo, que cree que «la empresa no contaba con este volumen de trabajo». Mientras, otros más críticos, como Valentín Feodeorof, opinaban que «esto está hecho a propósito para sacar más dinero».
PERIODO
Araceli Colina, Teniente de alcalde (PRC)
Álvaro Vallejo, Camarero en Somo
Ane Pancorbo, Vecina y empresaria de Somo
Juan Manuel Sainz, Portavoz del PP
No obstante, desde la adjudicataria achacaban ayer el contratiempo a un «fallo en el sistema» que había provocado que no se mandaran las notificaciones acordadas. «Estamos trabajando para mandar mensajes a todo el mundo y lo reforzaremos con llamadas telefónicas», apuntaban ayer a este periódico desde Dornier. Por el momento, se han registrado más de 1.800 solicitudes de tarjetas de temporada desde que la oficina abriera el pasado 15 de mayo. A ella tienen derecho los empadronados por cinco euros cada verano, y los propietarios de segundas residencias y trabajadores por 30 euros, además de socios del polideportivo municipal y del Centro de Surf.
A partir de hoy, Ribamontán al Mar hace cara definitivamente al reto de demostrar la idoneidad de la nueva Ordenanza Limitadora del Aparcamiento y dejar patente que realmente es la solución para atajar los problemas de circulación y estacionamiento que se generan en el municipio, y que han ido creciendo temporada a temporada.
No es pan comido, porque tanto Somo como Loredo son muy pequeños para el gran volumen de gente que acoge el arenal, con una media de 15.000 personas al día en los meses de verano. Y en total, se han pintado de azul 1.836 plazas, así que echen cuentas. A eso hay que juntar que con la reestructuración este año hay menos estacionamiento que las temporadas pasadas. «Se han habilitado más zonas de carga y descarga», dice Pancorbo, mientras que Álvaro Vallejo, camarero, puntualiza que «a los negocios se nos permitía aparcar en nuestro vado y ahora no».
1836plazas son las que han quedado dentro de zona azul, uniendo las de Somo y Loredo
De hecho, Vallejo remarca que «ya se está notando que la Policía va a multar más». Es algo que también apuntan desde el Ayuntamiento, y es que parece que con la OLA se termina la flexibilidad, y se han propuesto poner fin a la tradicional imagen de anarquía en los estacionamientos. De hecho, este fin de semana se tramitaron «más de veinte sanciones», cuando en otras temporadas no suele registrarse ni una sola. Además, el vehículo especial con el que se controlarán las calles avisará de que nadie se pase con el límite de 24 horas de permanencia en una misma plaza.
El frente que se abre en consecuencia es que el problema se traslade a otras zonas, con gente que busque a toda costa librarse de rascarse el bolsillo. «Yo tengo un aparcamiento junto a mi casa que ha quedado fuera de la OLA y ahora me temo que estará repleto de furgonetas», apunta Hilaria Gallo, vecina. A eso hay que añadir otra serie de quejas más concretas, por ejemplo, Vallejo explica el descontento que hay en su gremio porque «a los que trabajamos aquí nos obligan a que el vehículo esté a nuestro nombre, y yo tengo muchos compañeros jóvenes que usan el coche de sus padres, y no se les ha dado ninguna solución».
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