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A principios de este siglo, la solución para que el público general viera en persona las pinturas de Altamira fue la creación de una réplica. No ha ocurrido lo mismo con La Garma, la cual gracias a las nuevas tecnologías ya se puede conocer a través de una experiencia virtual ... que fue inaugurada la pasada semana en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac) de Santander. No obstante, Joaquín Arco, alcalde de Ribamontán al Monte −municipio en el que se encuentra el yacimiento− espera que la aparición de dicho simulador no implique la muerte del proyecto de construcción de un centro de interpretación en Omoño, junto a la entrada de la cavidad.
Mediante una gafas con un vídeo virtual de nueve minutos. Así se pueden conocer desde la pasada semana tres galerías de La Garma en un viaje al que sólo se puede acceder desde el Mupac. Sin embargo, todo aquel que hoy en día se acerque a Omoño y llegue hasta la entrada de la cueva se encontrará una verja de hierro que le imposibilite el paso. Y ahí se le terminarán las curiosidades. Es por ello que desde el Ayuntamiento de Ribamontán al Monte se ha apostado desde hace años por la creación de un centro de interpretación en su entorno.
De hecho, en octubre del año pasado, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se comprometió a tener un proyecto redactado para la construcción de dicho espacio durante 2019. El regidor además apunta que «hasta donde yo sé, la intención del actual vicepresidente de Cantabria y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, es apostar tanto por mejorar el Mupac como por crear los centros de interpretación de Puente Viesgo y La Garma». Arco añade al respecto que «solicitaré pronto una reunión para conocer qué plazos hay actualmente».
En el caso del centro museístico planteado en Puente Viesgo dedicado al arte rupestre de la región, el mes pasado su Consistorio cedió a la Comunidad Autónoma un terreno para la construcción, cuyo proyecto de redacción fue adjudicado a finales del pasado año. Sin embargo, poco se sabe del de La Garma, que en palabras del regidor cuenta con «un solar envidiable para su emplazamiento, porque es público, tiene buenos accesos y está muy cercano a la cavidad». «No queremos ni más ni menos que otros municipios», aclara el alcalde.
El desarrollo de la experiencia virtual 'Memoria: Historias de La Garma' ha sido posible gracias a la donación de un cuarto de millón de euros del mecenas estadounidense Stuart Weitzman a través de su fundación. El trabajo desarrollado, además, cuenta con la participación de Geraldine Chaplin, que es la encargada de presentar las memorias, pinturas y objetos atrapados intactos durante más de 16.000 años en el yacimiento.
Respecto a este proyecto, Arco comenta que «cualquier publicidad es beneficiosa para dar a conocer nuestro patrimonio» y apunta a que «los visitantes se colocarán las gafas para luego preguntarse cuál es su emplazamiento». Aunque, eso sí, espera que algún día ese simulador se pueda reubicar en el esperado centro de Interpretación de la Garma.
De convertirse en una realidad, el museo supondría uno de los principales reclamos turísticos de Ribamontán al Monte, puesto que acercaría parte de los misterios que atesora la cueva, que permanece cerrada al público actualmente por motivos de conservación. La iniciativa se complementaría, según los planes comentados, con la construcción de una senda de acceso al complejo kárstico.
La Garma y su contenido se ha convertido en una constante caja de sorpresas. Cada poco tiempo protagonizan un nuevo titular por lo que los investigadores localizan en su interior. Este mismo mes de marzo, el yacimiento se confirmó como el asentamiento humano más antiguo de Cantabria con restos de una especie humana anterior a los Neandertales, hace cerca de 400.000 años.
En 2018 La Garma ya sorprendió con la presencia de Palaeoloxodon antiquus, una especie extinguida de elefante de clima templado que habitaba Cantabria. Esos restos no eran los primeros que se encontraban de un animal, puesto que la cueva también era famosa por su localización de otros ejemplares, como un león cavernario.
Todo ello junto a restos de nuestros propios ancestros, puesto que las dataciones obtenidas por diversos métodos (series de Uranio, OSL, racemización de aminoácidos) parecen indicar, según se confirmó este año, que el yacimiento se ocupó hace cerca de 400.000 años, lo que lo sitúa en la más antigua evidencia de la presencia humana en Cantabria, de las más arcaicas de toda la cornisa y de las pocas pruebas que existen en Europa del Homo Heidelbergensis, una especie humana anterior a la nuestra e, incluso, al Hombre de Neandertal y que está representada en la famosa Sima de los Huesos de Atapuerca.
Lo que se ha descubierto era el lugar que estos individuos utilizaban para vivir. Eran grupos pequeños, de entre 20 y 40 miembros emparentados. En el yacimiento se han encontrado abundantes restos de los animales procesados pero, de momento, no han aparecido restos humanos.
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