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Somo fue testigo de una insólita escena este jueves por la noche. Una pareja de sexagenarios de Santander en «evidente estado de embriaguez», tal y como han dado traslado desde la Policía Local de Ribamontán al Mar, tuvo que ser atendida al hallarse literalmente por ... los suelos. La mujer, de 60 años de edad, se encontraba tirada en el paseo marítimo junto al embarcadero de la localidad, mientras que el hombre, de 62 años, se ubicaba en peor situación, puesto que se había precipitado desde una altura de más de tres metros desde el muelle y cayó a una zona hormigonada del dique próxima al agua golpeándose «fuertemente» la cabeza.
Todo empezó cuando ambos esperaban juntos la última lancha de Los Reginas, poco antes de las 21.30 horas. Más allá de que la pareja se encontraba bajo los efectos del alcohol, no se sabe muy bien cómo terminaron en esa comprometida situación. Ya que en lugar de acabar volviendo en barca a Santander, tal y como era su intención, terminaron haciendo el viaje en ambulancia, y por separado.
El caso es que cuando los agentes de la Policía Local de Ribamontán al Mar llegaron al lugar tras recibir un aviso del 112, a la mujer se la encontraron tendida en el paseo y a su marido tres metros más abajo, en las piedras del dique y con una importante brecha en la cabeza a causa de la caída. Y además, para añadir más contexto a esta estrambótica escena, algunos testigos de la intervención cuentan que estaba subiendo la marea, así que había que actuar rápido para rescatar al varón, que se encontraba semiinconsciente y sangrando.
Para colmo, los dos auxiliados la tomaron contra la patrulla. De hecho, uno de los agentes, dado el nerviosismo de la mujer, que tenía serios problemas para ponerse de pie, tuvo que quedarse custodiándola y atento de que no se precipitase también y terminaran siendo dos las personas a sacar del dique. De esta forma, se atendió y acompañó a ambos hasta la llegada del equipo médico del 061, pero la intervención de la Policía Local no terminó, porque tuvieron que ayudar a inmovilizar al hombre para poder ser atendido por los sanitarios, dada su agresividad con los intervinientes y por su propia seguridad.
Finalmente, también fue necesaria la ayuda de los bomberos del Ayuntamiento de Santander para poder rescatar al varón y portearlo hasta la UVI móvil. Después, ambos tuvieron que ser trasladados en sendas ambulancias al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
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