Solares se prepara para fabricar la Navidad

La finca lleva sumida en un profundo letargo desde que hace una década cerrara como tienda de vestidos nupciales. Ahora está expectante ante el futuro inmediato que se le presenta, en el que volverá a convertirse en un lugar para soñar, aunque no para las novias que preparan su día más feliz, sino para niños −y no tan niños− con la época de más ilusión del año. Elfos, renos, dulces, regalos, casacabeles... es lo que van a descargar del camión de mudanzas los próximos días, como si el nuevo vecino de Medio Cudeyo se tratase del mismísimo Papá Noel.

Sin embargo, de poco nos enteraremos de lo que se prepara. Como en la noche de Reyes que todo ocurre mientras duermes, los responsables guardan con celo cada detalle. Vanesa Abascal, que es la emprendedora que hay tras este proyecto, sin ocultar su emoción, suelta con sucintas pinceladas lo que hay trazado. Dice que el montaje abarcará toda la propiedad, tanto el jardín −que tendrá iluminación y entre otras sorpresas un puente de los deseos− como en el interior de la vivienda al completo −las cuatro plantas, que suman en torno a 500 metros cuadrados, serán visitables−.

«Va a ser muy diferente a las anteriores ediciones», dice Abascal, y al tiempo asegura que se ha terminado convirtiendo en una oportunidad lo que comenzó como un problema logístico cuando el Ayuntamiento de Torrelavega le notificó que no tenían espacio para su proyecto porque los emplazamientos tradicionales, La Lechera y La Llama, estaban en obras. «Pensé que no saldría adelante, pero conozco al propietario de la casa y me la ofreció para montar la fábrica y no podría haber soñado un lugar mejor», comenta. El ambicioso montaje de este año va a necesitar de más personas. «Normalmente de noviembre a enero doy empleo a unas 20 personas, está vez será entre 25 y 30», apostilla. Aunque esta vez no cuente con apoyo institucional y vaya por libre, Abascal agradece «las facilidades» que le han prestado desde el Ayuntamiento de Medio Cudeyo, así como el apoyo de empresas como Chocolates Monper y el Hotel Adelma. Ahora sólo queda irnos a dormir y abrir los ojos el 1 de diciembre para descubrir el regalo navideño que hay en la casa.