Turismo reordenará la Plaza y el entorno de la Cruz de Rubalcaba

La Plaza de Rubalcaba junto a su Cruz −declarada Bien de Interés Cultural− es uno de los puntos urbanos con más singularidad y belleza del municipio de Liérganes. Pero siempre existe margen de mejora y lucimiento, por lo que ya está aprobado un proyecto para la reordenación de este espacio y su entorno. Será el Ejecutivo Cántabro, a través de su Consejería de Turismo, quien se haga cargo de financiar las obras, dotadas de 46.000 euros, y que atienden a una petición realizada desde el propio Consistorio de Liérganes.

El proyecto, que se ha adjudicado a la empresa Tamisa, se ejecutará a lo largo de esta primavera, tal y como concretan desde el Ayuntamiento. El mismo se ha redactado en base a una serie de recomendaciones de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura, y propone llevar a cabo el extendido de una nueva capa de aglomerado impreso sobre el firme de la plaza. Dada su superficial irregular se realizará el fresado parcial en algunas zonas, y se extenderá una mezcla bituminosa de seis centímetros de espesor medio con un acabado tradicional del entorno rural.

Asimismo, las labores que se van a acometer en la Plaza, que es paso de vehículos y peatones hacia los barrios de la Pereda y La Quieva, contemplan la instalación de bolardos que permita diferenciar dichas áreas. Además, en dicha zona peatonal se dispondrán varios carteles con las características históricas y arquitectónicas del lugar.

La plaza fue camino real en la conexión de Cantabria con la Meseta por la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros, tras sortear el puerto de Lunada, y está presidida por la casona de los Miera-Rubalcaba −que alberga en uno de los muros que cierran la finca la magnífica Cruz de Rubalcaba−, junto al conjunto formado por el puente de dos ojos del siglo XVI, contemporáneo del Puente Mayor de Liérganes; la ermita de la Virgen de las Nieves con fachada barroca y un molino del siglo XIX.

La Cruz de Rubalcaba es un majestuoso crucero sin parangón en Cantabria. Su origen está fechado en 1712, cuando se construyó como un pilar con el escudo de armas de las familias Miera, Rubalcaba, Velasco, Riba y Agüer, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1994 y monumento nacional en 1979. Actualmente, tanto la plaza como el estrecho camino que conduce hasta la cruz presentan un estado, dicen desde el Ayuntamiento, nada acorde con la belleza y singularidad del lugar y de los edificios que acoge el barrio, por lo que se ha impulsado este proyecto de reordenación y mejora.

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