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Las águilas pescadoras que formaron pareja a finales de la primavera de 2017 en la Marisma del Conde (Marina de Cudeyo) han vuelto a reencontrarse en su nido de amor. Un dato que sería anecdótico sino fuese por el hecho de que es la primera pareja conocida que se forma de esta especie en todo el norte de España, tras extinguirse su presencia en el cantábrico, durante la década de los sesenta. Ambos ejemplares son por tanto especiales para el programa de reintroducción de esta especie que puso en marcha el año pasado, de forma conjunta, el Ayuntamiento de Marina de Cudeyo y la empresa Ecoturismo Bahía de Santander, bajo la coordinación del naturalista Carlos Sainz. La esperanza del equipo está puesta ahora en conseguir que puedan criar.
El año pasado, la pareja pasó toda la época estival en el entorno de la Marisma del Conde, regresando ambos ejemplares a territorio tras su período de invernada. Así, según relatan los responsables del programa, apoyado también por voluntarios implicados en el proyecto, el pasado 7 de marzo se observó por primera vez al macho 'Txuriko' (P1), «ejemplar afincado en la Bahía de Santander, procedente de una traslocación a Urdaibai siendo pollo desde Escocia en 2013, mientras que la hembra, sin anillas y por lo tanto se desconoce su procedencia, ha llegado el 22 de abril», explicaron.
Desde entonces, tanto 'Vanda' como 'Txurriko' se han adueñado de los nidos y posaderos instalados por los voluntarios del Proyecto de Recuperación de la especie, «y se prevé que este año puedan criar», avanzaron.
Los responsables del proyecto están «muy esperanzados y satisfechos» con las actuaciones llevadas a cabo para que las águilas pescadoras vuelvan a reproducirse en el norte de España tras muchos años.
Para favorecer la implantación de esta especie en la Bahía, desde el equipo que ha puesto en marcha el programa de recuperación de esta especie se siguen adoptando medidas para compatibilizar su estancia con la de los humanos y facilitar su arraigo en el territorio. Entre otras actuaciones, se ha procedido a la instalación de 11 posaderos y 2 nidos en la Marisma del Conde.
Además, «se está trabajando en el ordenamiento del territorio, procediendo a zonificar el entorno de Rubayo que linda con la Marisma del Conde y la desembocadura del río Miera, a la altura de Somogoo».
En este sentido, el Ayuntamiento procederá a habilitar un pequeño aparcamiento disuasorio en la estación de Bombeo de Rubayo, en el que se instalará además una valla informativa con recomendaciones para aparcar allí el coche y continuar apie hacia el Pico, observatorio de la marisma.
«Esta medida pretende por un lado respetar el período reproductivo de la pareja de águilas pescadoras (si se produce) y por otro evitar molestias a los ganaderos y vecinos que transitan y ejercen sus labores en la zona. Por extensión se evita el deterioro del entorno», resumieron.
A esta actuación le seguirán otras de conservación directa sobre la campiña costera de Rubayo, como la eliminación de residuos acumulados en algunas zonas puntuales y la revegetación de algunas áreas. «También se acompañará todo esto con la redacción de una Ordenanza municipal que lo regule en un futuro», añadió Sainz.
Además se continuará durante todo el año con os servicios de ecoturismo, con visitas al Osprey Centre, (centro de visitantes del Águila pescadora en la Bahía de Santander ) y rutas interpretativas a pie, actividades que también contribuirán con la conservación del espacio y las espacies,
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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