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HÉCTOR RUIZ
Somo.
Lunes, 28 de diciembre 2020, 07:52
La colocación de la antena telefónica de Somo, cuyas obras comenzaron hace ahora un mes, no habían levantado demasiado ruido a su alrededor. Parecía ... que la indignación y el rechazo que los vecinos de las casas cercanas mostraron en el verano de 2019, cuando se organizó una manifestación, habían languidecido. Pero nada más lejos de la realidad, ahora algunos residentes se han vuelto a reunir, pancarta en mano, para dejar muy claro que la torre, que prácticamente ya está colocada, no es bien recibida junto a sus hogares y en un espacio, el monte Arna, de «especial valor ambiental» y cuyo emplazamiento hace que la infraestructura sea visible «desde la playa de Somo y parte de la bahía».
Si sus voces no se habían escuchado ante la instalación del «proyectil», como ellos mismos hablan de la antena es, entre otras causas, debido al covid. «No es momento de hacer manifestaciones, y teníamos miedo de meternos en un problema», explicó María José Crende, que vive justo enfrente de la torre. Además, criticó que «han aprovechado este momento para ponerla, que con la pandemia no podemos reunirnos» y aseguró que la desaparición de las pancartas que rechazaban la infraestructura, «se las habían llevado los temporales, no las hemos quitado porque nos hayamos rendido».
Junto a Crende, se dieron cita a los pies de la antena para reivindicar su retirada otras 30 personas, «y seríamos más pero dadas las restricciones y que muchos propietarios residen fuera no han podido venir», apostilló la mujer. Motivan su disconformidad principalmente en dos aspectos. Por un lado el impacto medioambiental que, en su opinión, conlleva una instalación de este tipo en un entorno como el de Somo y, por otro, les preocupa que su cercanía pueda acarrear problemas para su salud. «En Europa están retirando muchas antenas cercanas a lugares de residencia porque generan dolores de cabeza e insomnio», añadió la portavoz.
Asimismo, criticaron el trato recibido por parte del equipo de gobierno. «No se nos ha trasladado información a los vecinos afectados y se decía que sólo era un proyecto que se estaba valorando», esgrimió Alberto Martínez, otro de los residentes y que además es vocal de la Junta Vecinal de Somo por Iniciativa Vecinal.
Paco García, el marido de María José, incidió en que el caso está en manos de un abogado y que «se está dedicando a recopilar información, pero no descartamos las acciones legales». Otro de los asistentes afectados, Ángel Alvite, apostilló que «no estamos en contra de la antena, sabemos que es necesaria porque hay problemas de cobertura, pero no estamos conformes con la ubicación». En este sentido, Crende remarcó que «venden esto como un paraíso natural del surf y luego plantan esto aquí», mientras que Martínez añadió que «si esto lo colocasen en la península de la Magdalena habría que ver todo el rechazo que generaría».
A la manifestación acudió también José María Fernández, representante del colectivo Arca, para «mostrar apoyo a la protesta vecinal». «Tal y como ya adelantamos, la antena tiene un gran impacto en la bahía, siendo visible desde muchos puntos» y además «el monte Arna es un espacio de especial valor ambiental», afirmó.
Desde el equipo de gobierno han insistido siempre en que la ubicación de la torre es «la adecuada», según las recomendaciones de la empresa de telefonía para atajar los problemas. Además, sostienen que han pedido garantías de que no tendría un impacto en la salud de los vecinos y recalcan que «no es una antena 5G como dicen los vecinos, sino 4G».
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