José Ángel Ruiz (PRC) | Alcalde de Luena

«Hay que hacer batidas porque los lobos continúan matando»

El alcalde de Luena, José Ángel Ruiz (PRC), ha perdido la cuenta de cuántos años lleva al frente del Ayuntamiento. Entró en el año 1995, cuando la Corporación contaba con nueve concejales. Ahora son siete (cuatro del PRC, dos del PP y uno del PSOE) como consecuencia del acusado descenso de población. Los tan limitados recursos económicos del municipio, muy diseminado, causan grandes dificultades para el mantenimiento de las infraestructuras básicas.

–¿Qué cambios aprecia en su municipio desde que entró como alcalde?

– Maravillas no se pueden hacer, porque los dineros son los que son y tienes que depender mucho de la ayuda del Gobierno de Cantabria para las obras importantes. Se han mejorado las entradas a los pueblos y la traída de aguas, así como las comunicaciones entre los barrios. De esta forma, los vecinos no tienen la obligación de salir a la carretera general para desplazarse de un núcleo a otro. El problema ahora es tener que mantener todo esto.

–Pues, en principio, se ve todo muy limpio.

–Ahora, con la ayuda de los trabajadores contratados a través de programas de empleo, también se limpia más. Limpian y realizan alguna mejora, como asfaltado, pero lo que más falta hace es mantener el municipio en buen estado.

–¿En qué echa de menos que le asista el Gobierno regional?

–Los que ejercen el poder en el Gobierno de Cantabria podrían distribuir los recursos de otra manera y ofrecer algún servicio de transportes, ya que aquí no contamos con nada de eso. Considero que gastan millones de euros en muchas cosas y aquí, con menos dinero, podríamos hacer más proyectos importantes.

–Y también le preocupa el servicio médico...

–No hay médicos y ahora hay que atender las zonas costeras porque aumenta la población. Aquí, en Luena, también reside más gente durante el verano. Tenemos un consultorio excelente y lo que queremos es que un médico atienda en el consultorio las horas que correspondan –dos, tres o las que sean–, pero que el servicio se dispense aquí. Sin embargo, nos hablan de la historia esta de que van a subvencionar el traslado al centro de salud que corresponda en taxi. Yo me pregunto: ¿Un taxi para qué? ¿Dónde va a llevar a los vecinos? ¿A la Vega de Pas? ¿A Ontaneda? Si el problema es que no hay médicos o no han sido contratados a su debido tiempo. Quizá no haya facultativos o el personal se ha ido jubilando, a la vez que se han recortado plazas. A Luena venía un médico todas las mañanas de las diez y media hasta las dos, más o menos, y el jueves se pasaba consulta en Entranbasmestas. Ahora el médico solo ha venido en una ocasión la semana pasada.

–¿Cómo afectan estas cuestiones a nivel general?

–Al municipio esta situación le resta, porque la gente no se queda a vivir aquí. Todo el mundo decide marcharse allá donde están los servicios. Lo que no se puede hacer es que los políticos solo hablen de los pueblos cuando hay elecciones, a la hora de votar. A mí eso no me vale.

–¿Cómo lo vive personalmente?

–Estoy animado y voy a seguir funcionando y haciendo todo lo que pueda, pero ya nada es como era antes. No se está haciendo lo correcto para que la gente se quede a vivir aquí.

–¿Se plantea la posibilidad de aumentar los impuestos?

–Hasta ahora no se ha hecho pero habrá que plantearse alguna solución. Por poner un ejemplo, con el impuesto del servicio de recogida de basura se están recaudando 16.000 euros, cuando el coste pasa de 60.000 euros. Con respecto al IBI, no se ha subido, y el catastro ha variado la valoración de los edificios, que ha subido algo. En cualquier caso, es mejor no realizar maniobras a este respecto, porque ahora mismo no hay manera de atajar los gastos, aunque intentemos subir los impuestos.

–Con esta situación, ¿qué inversiones contempla el presupuesto municipal?

–Con solucionar el día a día tenemos bastante. Si se levanta el parque eólico, se generarán ingresos extraordinarios. El parque está aprobado en el Gobierno de Cantabria y a nosotros no nos afecta, porque no tenemos molinos. Sin embargo, hay un camino que se verá afectado por los trabajos de construcción y que en parte transcurre por nuestro municipio. Así las cosas, como Ayuntamiento tenemos que otorgar una licencia de obra y se va a establecer un canon anual de la afectación, que supondrá un ingreso extra. En un principio, se ha hablado de cobrar una cantidad al año y después, beneficiarnos y consumir el 50% de electricidad de todo el municipio, tanto a nivel particular como público.

–¿Qué problema tienen con el agua?

–Según la Consejería de Salud, no la tratamos. Es decir, que no está clorada. Clorar aquí el agua, en un municipio como este, no es necesario, porque tenemos el agua de los manantiales. Tendríamos que tratar el agua de los 25 depósitos pero saldría muy caro. ¿Quién lo va a costear? ¿También los vecinos? Estamos haciendo lo que podemos para que la gente del pueblo no tenga que pagar más, pero nos dicen que estamos incumpliendo la norma.

–La mayoría de sus vecinos se dedica a la ganadería. ¿Cómo ve la situación del sector?

–El mayor problema al que se enfrenta el ganadero en el municipio es el tema del lobo. Cuando estábamos en el Gobierno de Cantabria, la oposición nos presionaba con este tema, pero ahora ellos han entrado al Gobierno y el lobo continúa campando a sus anchas. Mata bichos día sí y día no.

–¿Qué solución plantea?

–Hacer batidas, porque ahora mismo están matando y van cuatro o cinco lobos juntos. Luego está la burocracia.

–¿Por qué?

–Porque están volviendo a la gente loca con el tema de la lengua azul, del mosquito y de los controles. La gente no hace más que pagar por estos trámites.

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