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El equipo de gobierno de Santa María de Cayón ha vuelto a recomponerse como tripartito con la coalición AIDC, PRC y PSOE. Se recupera así la mayoría perdida tras la repentina dimisión, el pasado mes de noviembre, del único edil del PSOE y concejal ... de Personal, Rafael Morales. Tras ello, en enero de este año accedió al cargo su sustituta, Ana José García, pero no ha sido hasta ayer cuando se ha refundado un pacto del que solo ha trascendido un cambio de dedicación horaria, la del edil de Obras, Servicios, Transparencia, Juntas Vecinales y Participación Ciudadana, el regionalista Ángel Cobo, por la nueva edil socialista que se ocupará de la cartera de Personal, heredada de Morales.
Han sido meses de dimes y diretes sobre un pacto, el del tripartito de Cayón, que no ha pasado por sus mejores momentos, sobre todo tras la dimisión (aún sin aclarar) del mencionado concejal socialista. Eso fue en otoño, pero en Navidad se sumaba la polémica por la sentencia que suspendía a un guardia civil de empleo y sueldo por prestar «trato de favor» a la alcaldesa de Cayón.
Durante este tiempo, cuatro meses largos, el tripartito funcionó con dos partidos (AIDC y PRC) con seis ediles, frente a seis de PP y Vox en la oposición, y una edil socialista que se incorporó con acta pero sin cargo empezado el año. Sin embargo, el pacto ha tardado casi otros dos meses en reeditarse, lo que no ha evitado los rumores de reuniones secretas a varias bandas, en sedes de partidos en Santander, para cambiar el Gobierno local.
Al final, en el Pleno de ayer se clarificó por fin la situación del tripartito, aunque solo lo evidente de un pacto que se mantiene vivo casi en los mismos términos, pero del que sigue sin conocerse la letra pequeña, esa que tienen estos acuerdos en privado. ¿Y qué cambios ha supuesto la incorporación de la socialista? Depende de quién los interprete. Sobre el papel lo que se aprobaba ayer era un cambio de cromos en las dedicaciones sin modificar costes en las arcas, aunque sí horarios. Las concejalías y responsabilidades quedaban igual. Así, el concejal de Obras, Ángel Cobo, pasa a trabajar con un horario al 75%, pero cobrando el mismo sueldo que cuando lo era al 100%, es decir, 39.000 euros. Por contra, la nueva edil del PSOE, Ana José García, que hereda el puesto de su antecesor, con un salario de 33.000 euros brutos, pero con una dedicación mayor (pasa del 75% al 100% de jornada).
Un cambio que dio mucha artillería ayer a la oposición para sacar a relucir de nuevo lo que el concejal de Vox, José María Prieto, calificó como un pacto de gobierno más interesado en liberaciones económicas que en gestión. «Hoy son los cayoneses los que pagan mantener un tripartito inmoral e infame, en el que simplemente se paga la fidelidad, estáis esquilmando a los vecinos», les espetó Prieto, quien sacó a relucir las críticas de los regionalistas cuando estos estaban en la oposición a los sueldos de la anterior Corporación. Al respecto, recordó el dato de que con el pacto se había duplicado el gasto en sueldos de corporativos (seis liberaciones), pasando de los 119.000 de la pasada legislatura a los 230.000 de la actual. También criticó que el edil de Obras fuese ahora «a cobrar lo mismo por dedicar menos tiempo», zanjó.
Por su parte el portavoz del PP, Francisco Viar, también criticó el cambio de dedicación del concejal del PRC, aunque dijo que lo dejaba «a opinión de los vecinos». Tras ello, felicitó al tripartito: «Habéis conseguido lo que no han conseguido los sindicatos, ganar el 100% en una jornada del 75%».
Le tocó el turno a la portavoz regionalista, Ana Obregón, que defendió a su edil de obras. Aseguró que el hecho de que Cobo estuviese ahora al 75% «no quiere decir que trabaje menos, a día de hoy nadie duda de que trabaja mucho más, porque prácticamente abre y cierra el Ayuntamiento», defendió. También explicó que el cambio de horario se debía a «un favor personal» del edil del PRC a la del PSOE, al ser esta última funcionaria y no poder cobrar dos sueldos por ley. «Voy a seguir trabajando lo mismo», espetó el implicado -Cobo-.
Cerró el debate la edil del PSOE, que corroboró que el cambio era solo por la incompatibilidad, mientras que la alcaldesa insistió en esta idea: un cambio «organizativo» que «económicamente no supone una variación».
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