Cocido montañés por los heladeros franceses

Si se fijan en la imagen, esta podría parecer cualquier comida campestre, pero no lo es. Los comensales están unidos por una historia común, la de sus ancestros, heladeros de origen pasiego que emigraron a Francia para labrarse un porvenir haciendo lo que mejor sabían hacer: helados. A los descendientes de los artesanos del dulce no los ha unido el destino, la casualidad o la suerte. Les ha unido la directora de cine Maite Vitoria Daneris, que acaba de rodar una película documental bajo el título 'La patria de los heladeros'. Un largometraje en el que Daneris desentierra los rostros de aquellos fabricantes que exportaron su arte y cuyas huellas ha ido desempolvando hasta dar con el origen de sus caminos y su destino final en el país galo.

Cada imagen del documental responde a un exhaustivo trabajo de investigación sobre las vidas de estos migrantes pasiegos con las que la cineasta ha tejido un camino de ida y vuelta. Y es en ese regreso donde el documental ha sido nexo de unión de los descendientes de aquellos heladeros que exportaron su saber hacer. Hijos, nietos y biznietos que este fin de semana han recorrido juntos los lugares de los que partieron sus padres, sus abuelos.

Los mismos que este domingo han celebrado la fiesta de los heladeros en el pueblo de Entrambasmestas (Luena); que se sentaron en torno a una mesa, cada uno con su historia, su acento; y al rato, hablando, en torno a un cocido montañés, se sintieron parecidos a esos desconocidos. Y es que el documental va también de eso; de recuperar el sentido de un viaje enterrado en la historia: el de los pasiegos al norte de Francia. Va de situarlo, ponerlo en valor y darle su sitio en esta sociedad olvidadiza y fugaz. De ahondar en las raíces que nos hacen ser como somos.

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