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Lo que puede llegar a dar de sí un columpio -no uno cualquiera, un columpio gigante situado en un alto con vistas al mar- lo sabe bien el alcalde de Miera, José Miguel Crespo, que lleva años -«pero años», incide- solicitando la mejora «urgente» ... de la carretera que une el barrio de La Cárcoba con La Solana y también del camino que comunica el paraje del Puyo con los Pozos de Noja, donde se sitúa la atracción turística del valle, el visitadísimo columpio. Pero a Crespo, y a otros tantos alcaldes de la comarca que se sumaron a su petición, nadie les ha hecho caso. Ni en esta legislatura, ni en la anterior -sí se realizó alguna pequeña actuación puntual en 2022-. Hasta que han empezado a transitar coches y más coches, y miles de personas, por estos parajes con la excusa de la atracción gigante. Así las cosas, el consejero de Fomento, Roberto Media, anunció hace unos días una inversión cercana a los 250.000 euros para mejorar los accesos a los Pozos de Noja, «una zona preciosa a la que se llega por una carretera estrechísima -dijo- y llena de baches, que no cuenta con las condiciones para soportar el tráfico de turistas». Lo mismo que el alcalde lleva años repitiendo. Desde antes de que hubiera columpio, porque el paisaje por sí mismo ya merece la pena, pero el acceso resulta demasiado enrevesado, con una señalización escasa y confusa.
La afluencia de visitantes ha puesto el foco en el territorio meracho. Según una memoria redactada por el alcalde, se calcula que durante el mes de marzo pasaron por el columpio 10.000 personas. El impacto se ha proyectado a su vez en la cueva de Sopeña, situada a escasos dos kilómetros de la atracción. En este último caso, se habla de un incremento de visitantes y de recaudación de 3.500%. Una barbaridad -pensarán-, pero es lo que reflejan los datos. El problema es que en Miera empezaron la casa por el tejado y no tuvieron en cuenta los problemas con los que se encuentran quienes tratan de llegar a este enclave. De hecho, el regidor ha cursado «una petición a Google Maps», porque el navegador «marca a los usuarios dos rutas equivocadas, una por Liérganes y otra por Penagos». Ninguna lleva al famoso columpio gigante. «En ocasiones, los visitantes se han quedado atascados en pistas embarradas y ha habido que acudir a sacarlos». Un tirón de orejas para la aplicación.
De ahí la necesidad de colocar señalización vertical. También es importante ensanchar los viales para que dos vehículos puedan circular a la vez en sentido contrario. Desde Fomento, se proyecta instalar sobreanchos o apartaderos en la carretera y levantar un pequeño estacionamiento, además de un área de descanso con bancos y mesas de piedra. Todo un despliegue de medios en torno al columpio y el banco -porque también hay un banco gigante- de Miera.
José Miguel Crespo
Alcalde de Miera
Según explicó el alcalde, el Ejecutivo cántabro ya actuó en 2022 en algunos de estos tramos, con dos inversiones de 40.000 euros cada una, para mejorar el firme, a pesar de lo cual, «continúa habiendo deficiencias» que es necesario salvar si el columpio sigue en auge. Crespo calcula que los trabajos pueden alargarse durante todo un año, «pero tampoco lo puedo asegurar porque no he podido ver la documentación ni el proyecto». Con todo, el alcalde está contento. «He pedido esta actuación en innumerables ocasiones, porque con estos caminos estábamos vendiendo una mala imagen del territorio».
Ha tenido que construir un columpio de dimensiones inusualmente grandes para que se tramite su solicitud. Y no solo esa. El consejero de Fomento aprovechó su visita al territorio meracho para anunciar otras inversiones, en esta ocasión, relacionadas con el saneamiento. «En Miera -explicó- existe un problema con las infraestructuras de saneamiento y a día de hoy, los vertidos van a parar a una instalación que no funciona y que está colapsada».
El titular de Fomento adelantó que varios técnicos de MARE han visitado las fallidas instalaciones y redactado cinco proyectos para solucionar esta cuestión. La mayoría de las actuaciones previstas se basa sobre todo en demoler las depuradoras existentes y construir nuevas instalaciones. Media habló de una inversión de 365.000 euros. «No puede ser que vendamos turismo y naturaleza, y estos pueblos no cuenten con un sistema de saneamiento y abastecimiento en condiciones», expresó el consejero.
Los pronósticos apuntan al esplendor turístico de Miera, para bien y también para mal.
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