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Junto con el futuro nuevo Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, encauzado, pero aún sin pasos ni plazos visibles definitivos, el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Puente Viesgo constituye el otro gran pilar de las infraestructuras de patrimonio proyectadas por el ... Gobierno regional. En este caso, tras el paréntesis provocado por la pandemia y la crisis sanitaria, han comenzado ya los primeros trabajos sobre el terreno. Las obras de construcción del edificio que acogerá el citado espacio de Monte Castillo tienen una perspectiva de finalización fijada en torno al arranque de 2022.
El presupuesto de licitación quedó cifrado ya a finales de 2019 en 4,4 millones de euros. El vicepresidente y consejero de cultura, Pablo Zuloaga, en sus comparecencias, ha subrayado con frecuencia que este centro, a su juicio, supondrá «un antes y un después en la promoción cultural de Cantabria y de su patrimonio prehistórico».
El plazo de ejecución, según los detalles desvelados hace un año, es de 18 meses. El centro pretende «dinamizar y poner el foco en el importante valor rupestre» de la comunidad autónoma y, en opinión de Zuloaga, su potencial será comparable al de la neocueva de Altamira. La edificación se asienta en unos terrenos cedidos por el Consistorio de Puente Viesgo, sobre una superficie que abarca 2.000 metros cuadrados.
Recientemente se conoció que entre las inversiones anunciadas por la Consejería de Obras Públicas se contemplaba la destinada a los accesos al futuro Centro, cantidad cifrada en 600.000 euros.
Los primeros trabajos ya son visibles en la zona aunque las obras del proyecto se presentarán oficialmente en los próximos días. Durante estas labores iniciales habrá un seguimiento arqueológico 'in situ'. La redacción del proyecto museístico irá en paralelo al desarrollo de las obras, al objeto de que el centro pueda abrir sus puertas a principios de 2022.
El futuro edificio de Puente Viesgo, con diseño distribuido en tres bloques de «estética pétrea», está llamado a cambiar la estrategia de gestión del arte rupestre.
El Diario ya desveló que la iniciativa, además de recibir las 90.000 visitas anuales de Monte Castillo, actuará como una «lanzadera», redistribuyendo ese público hacia el resto de cuevas Patrimonio de la Humanidad. La exposición permanente la albergará una sala de 500 metros cuadrados. El objetivo es complementar el discurso expositivo del futuro Mupac en Santander, y del Museo de Altamira en Santillana del Mar.
El Plan Estratégico de Arte Rupestre, elaborado durante el mandato del exconsejero Ramón Ruiz, sentó los pasos del proyecto.
El diseño del Centro se agrupa en tres bloques estéticos que contienen el área para el público y la zona privada. Los tres volúmenes se articulan y organizan en torno a un patio central, que distribuye y conecta todos los espacios.
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