Corvera acota el perímetro del Churrón de Borleña por peligro de desprendimiento

«Lo importante es que la gente atienda las recomendaciones que se les dan», explicaba la alcaldesa de Corvera, Mónica Quevedo, sobre el suceso. Horas antes, los voluntarios de Protección Civil del municipio habían procedido a encintar el perímetro de la cascada donde se encuentra la zona de peligro.

«Nos llamó una pareja y nos contó que se estaban haciendo una foto cuando hubo un desprendimiento de la parte derecha del churrón y que, por poco, no les cayó encima», explicaba a preguntas de este periódico el coordinador de Protección Civil de la zona, Diego González. No era la única llamada que habían recibido esta semana, ya que también les alertó otro chico del estado de la zona, por lo que fueron a valorar lo sucedido. Cuando llegaron se encontraron con desprendimientos de roca de «20 o 30 kilos», por lo que, viendo el asunto, se procedió a acordonar la parte que está peor. Según explicaba el coordinador del cuerpo local, se está a la espera de contar con más efectivos para acceder al lugar y poder estabilizar y valorar el área donde se han producido los desprendimientos. «Se da la circunstancia de que donde han caído las piedras, es donde la gente prefiere situarse para hacerse fotos con el móvil porque hay una buena perspectiva en vertical, por eso hemos procedido a acotarla», incidió González, que insistió en que los visitantes pueden acceder a ver el monumento natural de la cascada, pero con precaución y respetando las indicaciones y restricciones de paso que se han colocado.

El Churrón de Borleña es una de las rutas preferidas por los que se acercan a la zona. Esto es bueno y malo a la vez ya que, durante la pandemia, se han producido muchas aglomeraciones de visitantes y se concentraban caravanas de coches que taponaban los accesos para evacuaciones en situación de emergencia, por lo que hubo incluso que regular el paso y colocar señales para que no se aparcase. «El problema es que aparcaban y molestaban a los vecinos o taponaban los accesos impidiendo el paso de una ambulancia si fuera necesario», indica González.

Este año sigue prohibido el paso para los vehículos visitantes por el camino ganadero que accede al Churrón y son los propios vecinos quienes colaboran con Protección Civil para vigilar que las normas en el acceso por el pueblo se cumplan. «Al no poder estar allí siempre, hemos colocado señales claras y los vecinos nos ayudan poniendo conos allí donde no puede estacionar nadie para hacer la ruta» y evitar así las molestias del año pasado.