El Cuponazo deja 640.000 euros en Puente Viesgo y Villacarriedo

«Estoy que no quepo en el chaleco de la alegría que tengo», señalaba un exultante Alfredo a este periódico en una mañana en la que no paró de recibir «enhorabuenas». Se enteró de que había dado el premio por una clienta. «Me llamó para que le mirara el cupón que me encargó y, al principio, le dije que había ganado seis euros porque coincidían las tres últimas cifras, pero, al volverlo a mirar bien, vi que tenía el primer premio». De inmediato, contactó con la ONCE, que le indicó que había vendido las 16 papeletas. Y podría haber sido una cantidad mucho mayor porque devolvió 24 cupones con el número agraciado. «Estos días hay muchos bares cerrados por vacaciones y, por eso, no se ha vendido tanto». Él llegó a pensar en comprar tres boletos de los que iba a devolver pero «como juego ya dos números fijos, no los cogí». «Y fíjate, me habrían arreglado un poco la vida». Aun así, está eufórico porque se lo ha vendido a clientes fieles, que «me compran todos los días».

La gran mayoría se vendió de forma individual. «De momento –contaba–, ya me he enterado de tres clientes. A uno se lo dije yo cuando fui a su casa a ver si tenía alguna devolución. Se volvió loco de contento al saber que le habían tocado 40.000 euros».

Alfredo no tiene un puesto fijo y reparte sus cupones por viviendas y establecimientos hosteleros de Puente Viesgo y los pueblos del valle de Villacarriedo. Aunque es natural de Ambrosero (Bárcena de Cicero), reside en Santibáñez de Villacarriedo y trabaja en la ONCE desde hace veinte años. «La gente me aprecia y se porta muy bien. Gracias a ellos, a la ONCE y a mi esfuerzo es como salgo adelante».