Delegación del Gobierno mediará en buscar una solución para la presa de La Molina

Apurando ya los plazos, ayer estaba prevista una reunión convocada por Delegación de Gobierno para estudiar la paralización del derribo de la presa del molino de Vega de Villafufre. Una cita que no se pudo llevar a cabo por motivos de salud del alcalde, aunque sí que pudo mantenerse un contacto telefónico entre ambos. El regidor comentó a El Diario que hubo «buena sintonía» para paralizar «esa aberración», un proyecto que podría dar la puntilla al viejo molino harinero. Desde hace un par de meses, la movilización vecinal ha conseguido recoger centenares de firmas en contra del derribo que pretende llevar a cabo la Confederación Hidrográfica del Cantábrico este mismo mes.

Tras la conversación mantenida ayer, el regidor ve factible una solución y para ello Quiñones se comprometió a hablar con el presidente de Confederación y tratar de arreglar el tema. Asimismo, Cobo también señaló que tanto él como la delegada habían mostrado su extrañeza ante el cambio de postura de la Consejería de Medio Ambiente, que ahora quiere paralizar el derribo, cuando en un primer momento concedieron todos los «informes favorables» a la demolición del azud.

La Molina es un ingenio hidráulico que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) quiere demoler, pero que insufla vida al viejo molino harinero. En las últimas semanas, no sólo se han presentado las alegaciones oportunas y solicitado el proyecto, sino que el pueblo se está movilizando para recoger firmas en apoyo a los propietarios, los hermanos García, quienes defienden su conservación.

El principal motivo que alegan para que el azud o presa, de apenas un metro, no sea demolida no es sólo la pérdida de patrimonio hidráulico para el pueblo, sino el temor a que la desaparición del dique pueda ser la puntilla para este inmueble singular, debido a las avenidas de agua. En estos meses, el Ayuntamiento ha pedido asesoramiento a un experto en este tipo de patrimonio para iniciar el expediente de declaración de Bien de Interés Local y poder paralizar así la obra. En paralelo, la Junta Vecinal de Vega de Villafufre también ha iniciado gestiones para su protección.

Por su parte, Confederación explicaba hace unas semanas que la eliminación del dique es una actuación incluida en el Plan de Impulso del Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático, que contempla «actuaciones de mejora de reservas naturales fluviales y otros ríos de interés medioambiental». No obstante, los propietarios mantienen que el resultado puede ser peor que la enfermedad y echar abajo el escaso patrimonio hidráulico del pueblo. Asimismo, aseguran que los salmones y las truchas siguen «saltando y remontando el río» sin problema, porque el azud no es alto y se podrían dar otras soluciones antes de demoler.

Tras conocer la historia de La Molina, los colectivos nacionales ACEM (Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos) y Tajamar (Asociación para la Conservación de la Arquitectura Tradicional) remitían una carta de apoyo a las entidades implicadas pidiendo salvar la presa y el molino y exigiendo la paralización de las obras. «No es nuestra intención poner obstáculos al saneamiento y restauración de los cauces, pero pedimos que se recuerde que nuestros ríos y los ingenios que acogen son un importante legado cultural y patrimonial», defienden.