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La concejala del PP de Castañeda y miembro del equipo de gobierno Rosa Anuarbe acusó ayer a sus compañeros de enviar a Cáritas toda la ropa donada por los vecinos para Ucrania. En sus redes sociales explicó que se «sentía triste y decepcionada» por esos ... hechos, asegurando que todo el textil entregado no había sido seleccionado y que ella misma había comprobado que estaba en «buen estado». El alcalde de Castañeda, Santiago Mantecón, negó ayer las acusaciones de su edil y aseguró que sólo se había donado a la ONG cristiana aquello que «no les valía». A la par, dejó claro que el equipo de gobierno se «reunirá» para valorar qué hacer con su edil díscola y qué consecuencias tendrán sus críticas.
Pero Anuarbe se ratificó ayer en su explicación al ser preguntada por El Diario Montañés. Afirmó que los alimentos y la ropa llevaban «más de un mes acopiados» en un local municipal. También aseveró que detectó que los paquetes donados no se habían organizado y que se percató cuando, hace dos días, llegaron «los chicos» de la asociación Ucraniana para recogerlo y «no había nadie para recibirles». En ese momento, ella misma, junto a dos trabajadoras, vio cómo algunas cosas estaban metidas en cajas y otras en bolsas «sin seleccionar nada».
Según la misma edil, poco después de acceder a la sala donde estaba almacenada la ayuda, entraron los dos tenientes de alcalde, Marcos García y María del Carmen Fernández. Aseguró que ella salió del local porque no se lleva bien con ellos y una de las empleadas preguntó al primer teniente de alcalde que «¿cómo iba a entregar eso así, en bolsas sin seleccionar?». Según la versión de la edil, la respuesta de García fue: «Que se lo lleven así y lo que les valga bien y lo que no, pues que lo echen a las trincheras». Según prosiguió Anuarbe, a ella se le puso «un nudo en el estómago» al escucharlo. Tras ello, relató que ella misma (aporta una foto) vio cómo los operarios municipales tiraban la ropa en buen estado a los contenedores de Cáritas. «Ahora dicen que fue porque estaba en mal estado, pero no es cierto, yo misma abrí algunas bolsas y vi que estaba bien», aseguró «No creo que la gente de mi pueblo dé ropa en mal estado y menos en estas circunstancias», zanjó «indignada».
Por su parte, el alcalde de Castañeda trasladó ayer a este periódico que lo que dice su concejala «es mentira». Asegura que sí se seleccionó el material y reconoce que parte de esa ropa –la que no estaba en buenas condiciones– se mandó a Cáritas y la orden «la di yo» porque «sé que ellos la aprovechan y tienen gente que lo arregla». El regidor dijo tener «testigos» de que se entregó a la ONG únicamente esa parte «porque mucho de ello no valía para nada».
Achacó también el ataque público de su todavía cargo de confianza (es una de las ediles liberadas del equipo de gobierno) a una operación de «acoso y derribo» contra él porque sabe «que no irá con nosotros» en las próximas elecciones. También afirma que la citada edil no estuvo presente ni colaboró en la entrega ni en seleccionar los productos junto a los compañeros que ella critica, pese a que «cobra un sueldo».
Señaló también el regidor que no solo «sí» se habían entregado la ropa, los enseres y los alimentos donados por los vecinos, sino que también se donaron 14.999 euros en comida comprada en un establecimiento local para enviar allí. Tras este episodio de «deslealtad» el equipo de gobierno se reunirá la próxima semana para valorar la situación creada.
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