«Parece que la causa del derrumbe del edificio pudiera estar en un cansancio generalizado de los elementos estructurales, un asiento de la cimentación o una combinación de ambas causas». Eso es lo que señala el informe técnico redactado por la arquitecta municipal de Santa María de Cayón, Ana Ruiz, hace una semana. En ese Pleno se echó de menos la presencia del técnico responsable de la reforma de ese edificio, José Antonio Díez Magadaleno, que este jueves compareció para dar explicaciones a petición de la oposición (PRC y PSOE) y la propia alcaldesa, Pilar del Río (PP).
Sus palabras no arrojaron mucha más luz sobre lo sucedido. El actual jefe de Obras (antaño arquitecto de Cayón) dijo que no compareció en la anterior sesión porque no recibió una convocatoria formal, pese a que la regidora le solicitó que asistiera. A la par, aseguró que el Pleno no era el sitio adecuado para un «debate técnico» y señaló que el sitio donde haber dirimido el problema era su propio despacho. Dicho esto, Díez Magdaleno suscribió el informe de su compañera, Ana Ruiz, pese a que no esclarecía las causas por falta de documentación, entre ello, los certificados de obras de la segunda de las intervenciones que se realizaron en el inmueble que se hicieron.
Algunos ediles del equipo de gobierno del PP recriminaron a la alcaldesa que no se les informó del desescombro
El desescombro
Pero el asunto que calentó el debate plenario de este jueves fue el rápido desescombro del edificio que la regidora autorizó la semana pasada y que a estas alturas ya está resuelto. Del Río explicó que se apremió porque los restos estaban cerca de un parque infantil y era «peligroso» y que «el mal ya estaba hecho». No obstante, los ediles de la oposición (PRC y PSOE) rechazaron por completo el proceder del equipo de gobierno.
En este sentido, el concejal del PSOE, Christian Vélez, afeó en la sesión que se hubieran gastado «casi 35.000 euros» en retirar cascotes «deprisa y corriendo» y preguntó por qué no se había hecho «un informe forense» del siniestro, tal y como apuntaba la memoria presentada por la arquitecta municipal. «Estamos hablando de que pudo haber muertes, y si ahí abajo hubiera cuerpos seguro que se habría hecho un peritaje en condiciones», esgrimió el socialista.
Desde el Partido Regionalista, su portavoz, Ana Obregón, recriminó que «pagamos a dos personas en este Ayuntamiento para el departamento de Obras, se cae un edificio, lo desescombramos y aquí no ha pasado nada». A su vez, volvió a quejarse, como es ya habitual, por las «carencias documentales» que aquejan al Consistorio, y que aquí «se han evidenciado». Asimismo, ambos partidos de la oposición se mostraron preocupados por que pueda suceder lo mismo en otras dependencias municipales, y se sobrevenga otro edificio. Al respecto, al regidora les tranquilizó y adelantó que a propuesta de la arquitecta municipal se iba a realizar un análisis de todos los edificios del Ayuntamiento para valorar su estado.
No obstante, el episodio más «surrealista» del pleno, tal y como la propia alcaldesa calificó, se produjo dentro de su propio equipo de gobierno. Del Río tuvo que hacer frente a las quejas de algunos concejales de su partido, en este caso encabezados por la edil Leticia Castanedo, por no haberles avisado a tiempo del desescombro del edificio esta semana para haber gestionado de mejor manera el rescate del material de Protección Civil que ahí se hallaba.
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