Luena comunica a los vecinos que su agua «no es apta» para el consumo

«Se recuerda a todos los vecinos del municipio que el agua de Luena no es apta para el consumo humano, no se puede usar para bebida, ni para hacer comida o hielos y sí puede usarse para lavar los platos, aseo personal y riego». Así rezaba el bando municipal que publicó ayer el alcalde de Luena para «guardar la ropa», dice, tras ser advertido por Sanidad de que su suministro no cumple con los parámetros legales para el consumo humano.

«Nos informan de que como no tenemos cloro y no tenemos instalaciones de ello, ni tenemos contadores, y parece ser que es obligatorio, que lo primero que pongamos el bando», explicaba ayer a preguntas de éste periódico. Ruiz lamentaba la exigencia que le supondrá un desembolso económico para adaptar sus más de 25 depósitos sin tener medios para ello. «Es imposible hacerlo, no lo veo viable por ciertas circunstancias», insistía, tras criticar que era «un crimen» que los ayuntamientos tengan que abonar estos gastos e «instalar el sistema ese», dijo con respecto a la cloración. «No está nada fácil tenerlo, es que no lo entienden y después están hablando todo el día de la despoblación», resumía. «Es una vergüenza lo que está pasando con los ayuntamientos pequeños, no se dan cuenta de que en éste pueblo no tenemos más que el agua y la leña, no tenemos ni transporte ni nada, todo en contra», sentenció muy enfadado.

Luena no es el único municipio de montaña que ha recibido el apercibimiento. En su entorno también Miera se está adaptando ya para solventar un problema de aguas que vienen de captaciones de manantiales y en entornos complicados, con núcleos muy dispersos y municipios con escasos medios, aunque la responsabilidad del agua que llega a los hogares sea de los ayuntamientos por ley.

Según informa el Gobierno de Cantabria, el apercibimiento a Luena forma parte de la vigilancia que se ejerce en el análisis de las aguas en los pueblos de más de 50 personas, donde, a veces, los parámetros sanitarios exigidos no están correctos. «Por eso se ponen medidas en los municipios hasta que el agua dé los parámetros bien. Es una actividad ordinaria y habitual», insisten.

El caso es que, en la mayor parte de estos municipios, los habitantes llevan toda una vida consumiendo el agua de esa manera «y nunca pasó nada», afirma el regidor de Luena que ahora se enfrenta al problema de buscar los fondos necesarios para regularizar la situación de su red de abastecimiento.

Aunque Sanidad no explica cuáles son esos parámetros que ha incumplido Luena en la calidad de sus aguas, los aspectos que se suelen medir en este tipo de inspecciones por parte de la administración regional son el olor, el sabor, la turbidez, el color, la conductividad, la concentración del ion hidrógeno o el ph, la escherichia coli (E.coli), los niveles de amonio y las bacterias coliformes.