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M. Á.
Santander
Miércoles, 14 de agosto 2024, 11:10
Un joven cántabro murió en un siniestro de tráfico en Barcelona hace unos días. Alejandro Oria Agudo era informático y trabajaba en la ciudad condal, en donde residía con su pareja, también cántabra. El chico tenía 25 años cuando perdió la vida en un accidente ... de moto el pasado día 10.
El suceso se produjo en el punto kilométrico 15,8 de la carretera BV-2411, en el término municipal de Begues (Barcelona), según informó el Servei Català de Trànsit (SCT) el domingo en un comunicado. La víctima sufrió una caída en la vía hacia las 19.10 horas del viernes por causas que se investigan y fue trasladado en helicóptero al Hospital de Bellvitge, donde falleció al día siguiente.
Según ha podido saber este periódico, la noticia ha causado hondo pesar en el valle de Cayón, donde el fallecido tiene lazos familiares si bien sus padres son vecinos de Santander. Su inhumación tendrá lugar en La Abadilla de Cayón este jueves al mediodía, aunque el funeral se celebrará el viernes, a las 17.30 horas, en la iglesia de Nuestra Señora de la Visitación (Salesas Reales).
Según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta el pasado 10 de julio, las carreteras españolas se habían cobrado la vida de 578 personas, de los que 158 (un 27% del total) eran motoristas. Supone un 13% más que en las mismas fechas del año anterior. Solo el pasado junio fallecieron 33 motoristas frente a los 21 del mismo mes de 2023, casi un 60% más.
Aunque la tasa de siniestralidad está relacionada con un mayor uso de las motos, sobre todo tras la pandemia, el incremento de víctimas se ha acelerado desde 2012. Las cifras de 2023 ya fueron nefastas: 299 motoristas fallecidos, 45 más que en 2022, un 19% más. Tráfico ha elaborado un perfil de estos conductores: hombres de entre 35 y 54 años, con más de 10 años de experiencia y con motocicletas de alta cilindrada.
En Cantabria, según avanzó José Miguel Tolosa, jefe provincial de Tráfico, la matriculación en los últimos seis años ha subido casi un 30%, cada año unas 2.000 motos. El último accidente mortal de un motorista de los cuatro que se han producido en Cantabria en lo que va de año se produjo el pasado 19 de julio y le costó la vida a Alejandro Niño Sainz, un vecino de Isla (Arnuero), de 38 años, que falleció al sufrir un accidente de motocicleta en el término municipal de Argoños.
El año pasado este tipo de accidentes sumó ocho muertos en la región.
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