Okuda homenajea «a mujeres que cambian el mundo» en el aula de Infantil de La Penilla

Son las cuatro de la tarde en La Penilla y numerosos curiosos se acercan a ver el mural que el artista urbano Oscar San Miguel, Okuda, está pintando sobre la fachada principal y un lateral de la escuela de La Penilla. La reciente historia de este centro arranca con la lucha de unos padres por no dejar morir el aula de Infantil de 3 a 5 años que, este curso, solo tiene matriculados tres alumnos, ya que el resto los ha absorbido el Colegio Gerardo Diego de Cayón. Una reivindicación, la de mantener abierto el centro, que no solo se ha centrado en el mensaje y visitas a los despachos políticos, ya que los padres han pasado a la acción realizando diversas actividades para contribuir a mejorar las instalaciones como, por ejemplo, dotándolas de una valla de seguridad.

Ampliar

Otra de las cosas que tenían en cartera era solicitar que el arreglo de las fachadas. Para ello, los padres pidieron ayuda pero pronto se dieron cuenta que tendrían que arrimar el hombro. A ello se pusieron y, entre medias, a Raquel Sainz, una de las progenitoras, se le ocurrió escribir a la fundación de Okuda. Poco después intermedió Ana José García, la nueva concejal socialista -que entonces no lo era- cuya sobrina tenía amistad con el artista. El resultado es que a Okuda le encajó y mucho la historia. «Todo lo que sea unirnos a luchas culturales, como hacer que no cierren un colegio en un pueblo pequeño nos parece muy interesante», explicaba el artista. De hecho, su fundación colabora con la ONCE para becar a artistas visuales con una discapacidad reconocida igual o mayor al 33% y ha intervenido ya en varios colegios de otras partes del mundo.

Además, para Okuda estos días en La Penilla han sido especiales ya que acaba de ser tío por partida doble de dos niñas. Todo ello coincidiendo con la celebración del 8M, por lo que su diseño solo podía estar inspirado en ellas. «He querido homenajear a las mujeres luchadoras como estas madres del colegio que no quieren que se cierre o muchas que me he ido encontrando por el camino como mi madre, mi hermana... Mujeres que que cambian el mundo», definió. La obra contempla tres rostros femeninos representados con su particular estilo de geometría multicolor.

Ampliar

Durante la primera jornada de realización del mural sorprendía ver cómo los más pequeños se acercaban a ver a Okuda para hacerse fotografías como si éste fuese un héroe de Marvel. «Una de las cosas de lo que más orgulloso me siento es de todos los colegios que me escriben contándome que trabajan el tema de la geometría y el color con mi obra», reflexiona, consciente del interés que despierta entre los más pequeños. «Tiene usted unos cuantos fans diminutos aquí. ¿Qué le parece eso?». «La verdad es que está muy bien que fomenten en los colegios ser fans de artistas y no solo de fultbolistas», sonreía agradecido. Y es que el artista utiliza un «lenguaje fácil» para los niños. Un idioma universal de color y formas que «les da para soñar», señalaba satisfecho.