«Por aquí no hay quien pase»

Federico Barquín tiene 84 años y hace otros tantos que reside en el precioso paraje pasiego de El Ahorcado. Ataviado para atender el ganado muestra hasta qué punto se hunde la vara de avellano que porta para apreciar el tamaño de los socavones rellenados con graba. «Mira, por aquí no hay quien pase», afirma señalando el hoyo. Junto a él está la joven Estrella Fernández, natural de Getafe (Madrid). Llegó al pueblo buscando un estilo de vida en el campo que le alejara del ruido urbano. Junto a su mujer han formado allí una familia, tienen una niña de cuatro años, de las pocas que hay de esa edad en la zona. Según relata, en un principio todo fue bien y el alcalde, Antonio Fernández, les prometió que arreglarían la carretera y los accesos a su cabaña en el alto de la Cotera. Pero lo cierto es que han pasado cuatro años y, cada invierno, ella y su pareja se juegan la vida en la carretera para que la niña pueda ir a la escuela. Y es que, cuando llega el invierno, la cosa se pone fea. A la nieve se suma el mal estado de los accesos con baches, hundimientos del terreno y fuertes pendientes sin quitamiedos que les obliga a emigrar unos días hasta que pasa el temporal. «Tenemos que irnos, no nos podemos arriesgar con la niña», explica.

Covadonga Jiménez es otra de esas nuevas vecinas que quedaron enamoradas del encanto verde de los prados empinados de este valle pasiego. Relata que adquirió su cabaña pero no pensaba encontrarse con tantas trabas ya que cuando llegas todo te lo pintan bien. «Bebo agua enchufada en la hierba y pasan por encima las vacas, el día que coja E.coli pues a ver qué pasa», describe. Al margen de los peligrosos accesos y las costosas reparaciones de los vehículos, también ha tenido que luchar contra la empresa eléctrica. Explica que la ley cambió y ella misma ha tenido que pagar «25.000 euros» para que la pongan un poste. El caso es que, si otro vecino quiere engancharse no tiene derecho a recuperar la inversión. «O sea lo pago yo, pero es propiedad de Viesgo», critica.

Fernando Izquierdo es otro nuevo vecino al que le interesa resaltar que no solo ellos (los foráneos) necesitan los servicios. «Aquí hay familias que transitan para atender al ganado y hay un par de ellas que pueden tener relevo generacional en la ganadería, yo creo que eso tenemos que cuidarlo y eso se mantiene cuidando los accesos, el agua...», incide.

En el barrio de El Ahorcado se han vendido, según el Ayuntamiento, «más de 50 cabañas», y las necesidades ahora son mayores pero no hay recursos suficientes en un municipio despoblado como San Roque si el Gobierno no arrima el hombro. «Mucho hablan de frenar la despoblación, pero si no hay servicios...», reflexionan en voz alta Fernando.

A la salida de San Roque, en La Pedrosa, el vecino Javier Gómez ha puesto una pancarta para que la lea el alcalde y los que pasan por allí. 'Vergüenza de Ayuntamiento, única entrada sin arreglar', aparece escrito. El hombre insiste en que le prometieron adecentarla, como así se ha hecho «con todas» en el pueblo, pero critica que solo se hace en las casas de «los amiguitos», de ahí que se haya hartado y colocado la pancarta.

En el Ayuntamiento, un nuevo concejal del PRC, Víctor Gómez, ha presentado dos mociones en las que pide al alcalde que inste al Gobierno regional al arreglo de los accesos de El Ahorcado y El Turrugán (este último presenta problemas de argayos), por lo que le solicita «hacer todas las gestiones precisas para que las obras comiencen cuanto antes y evitar que la situación empeore con la llegada del mal tiempo». Recuerda Gómez que la obra está incluida en el Plan de Obras regional.

¿Y qué dice al respecto el alcalde de San Roque, el popular Antonio Fernández? Que los vecinos «llevan razón», que va para «tres años» que viene pidiendo lo mismo y que así se lo ha trasladado ahora al nuevo responsable de su partido, el consejero de Fomento, Roberto Media. Este último contestaba casi en paralelo a la protesta de los vecinos. En un comunicado, Media se compromete a llevar a cabo «de manera inmediata» el acondicionamiento y firme de la pista de El Castañal y la mejora de accesos a las viviendas de El Ahorcado. Allí también hay un proyecto para construir mejoras en la red de agua. Los vecinos esperan que esta vez sea la buena.