El centro de Saron, invadido por una plaga de ratas y palomas

Los roedores invaden calles y plazas céntricas, incluso zonas de juego de los niños, en pleno centro de Sarón. De eso se queja la presidenta de la Junta Vecinal de La Abadilla- Sarón, Yolanda Cobo, que insiste en que el Consistorio no está haciendo todo lo que tiene que hacer para atajar lo que considera «una plaga». Además, desde el PRC se recuerda que llevan años reclamando soluciones al alcalde, el popular Gastón Gómez, acerca del problema de las palomas en un edificio abandonado en el cruce de Sarón, sin que se hayan adoptado medidas. El alcalde lo niega y dice que se está actuando en ambos casos. En concreto, asegura que se han capturado ya «más de un centenar de palomas».

La alcaldesa pedánea de La Abadilla-Sarón dice que colecciona quejas de los vecinos de prácticamente todas las esquinas de la localidad. Las ratas ya «invaden» plazas e instalaciones públicas como la zona de San Lázaro, la calle de la Estación, El Ferial o la plaza de la Constitución, enumera. En este sentido recuerda que se ha solicitado al Ayuntamiento que contrate una empresa especializada, pero que el regidor no ha accedido porque tiene un operario que lo hace. No obstante, en opinión de los regionalistas y por las dimensiones que -afirman- ha adquirido el problema, reclaman una gestión experta.

Respecto a las palomas, la portavoz municipal del PRC en Cayón, Ana Obregón, recordó que su grupo, «pleno tras pleno» ha requerido al Ayuntamiento una solución. Se trata de un problema localizado en un edificio abandonado en pleno cruce de Sarón y que ha sido invadido por estas aves provocando importantes problemas de suciedad y salubridad en las aceras, que están «intransitables». «Según nos dicen los vecinos, el tema de las palomas les está causando hasta interferencias en las antenas de televisión». Por su parte, Cobo recordó que la Junta lleva pidiendo medidas a este problema «más de cuatro años».

Por su parte el alcalde, Gastón Gómez, rechazó que el Ayuntamiento hubiese permanecido ajeno a ambos problemas y sin darles solución. En cuanto a las ratas, insistió en que efectivamente un operario municipal «con carné para echar raticidas» se ocupa de ir «allí donde los vecinos nos llaman». Reconoció que este año el problema había sido mayor que en otras épocas «por el tiempo que ha hecho», dijo, pero es así «en todas partes», zanjó.

En cuanto al problema de las palomas, aportó la cifra de los cien ejemplares capturados en las últimas dos semanas por una empresa contratada por el Ayuntamiento. Los ejemplares se han atrapado gracias a que la dueña del edificio ha facilitado el acceso para la instalación de jaulas.

Además, también adelantó que el inmueble en sí -que no tiene declaración de ruina en vigor- está siendo objeto de una inspección técnica de edificios reglada para inmuebles de más de 50 años de antigüedad que determinará su futuro estado y que, mediante el diagnóstico, el Ayuntamiento reclamará a la propiedad las soluciones para resolver su futuro.