El popular Francisco Viar toma el bastón de mando de Cayón con el apoyo del partido de la exalcaldesa

A las siete en punto de la tarde y con un salón de plenos abarrotado de público, los concejales entraban en la sala. Había mucha expectación y cierta tensión contenida por los últimos acontecimientos y la dimisión precipitada de la exalcaldesa, Pilar del Río. En un lado de la bancada estaba el PRC y PSOE. Junto a ellos, con cara seria, los dirigentes regionalistas, Paula Fernández y Guillermo Blanco, además de Eduardo Echevarría en representación del PSOE. En la otra parte, y con gesto jovial y desenfadado, los 4 ediles de Viar y un pelotón de alcaides, senadores y concejales del PP, encabezados por el portavoz parlamentario Juan José Alonso. No se había votado aún pero ya se adivinaba el resultado por los apretones de mano y toques de espalda que le hicieron a Viar a la entrada.

Arrancó la sesión que presidió por última vez la alcaldesa en funciones, Ana Obregón (PRC). Todo fue breve y, en apenas unos minutos, los regionalistas y Vox se votaron a sí mismos, mientras que los independientes desvelaron por fin sus cartas, ya que llevaban varias semanas deshojando la margarita. Así hicieron alcalde a Francisco Viar, quien se levantó entre aplausos de los suyos y acudió a recoger el bastón de mando. Se lo dio su rival política Ana Obregón con un par de besos. Tras ello, el popular, visiblemente emocionado, dio las gracias y pronunció un breve discurso. «Creo que un Ayuntamiento tiene tres pilares importantes: ilusión, trabajo y vocación de servicio», dijo. Con esas herramientas Viar recordó un consejo que le dio su padre de joven:«Cuando un problema o muchos se afrontan con trabajo, automáticamente se solucionan», afirmó.

Ya en la calle, la portavoz regionalista fue muy crítica con la 'traición' de su ya exsocia de gobierno, Pilar del Río, al pacto. «El PP lleva desde el minuto intentando hacerse con el bastón y hoy lo ha conseguido gracias a un nuevo viraje de Pilar del Río y sus dos concejales», afirmó. Obregón reprochó a la exregidora que renunciase a la Alcaldía para entregársela a alguien con quien mantuvo «una batalla campal» la pasada legislatura. Dijo también que se había «sorprendido a medias», porque aunque no entienden el cambio «se veía venir por los movimientos» de Del Río. «Ahora, los regionalistas nos vamos con mucha tranquilidad y satisfechos del trabajo que hemos podido hacer a pesar de tantas dificultades», zanjó.

Al margen del pleno, donde a Del Río apenas se la escuchó, la exalcaldesa no mostró ningún tipo de reparo por el hecho de que hubiese salido a la luz el contenido de una polémica cláusula que, según sus excompañeros, ella misma impuso en el pacto de investidura ahora roto con PRC y PSOE. En el mismo, tal y como adelantó este periódico, ella exigía a sus socios que aceptasen la condición de abonar una indemnización de dos anualidades de salarios (en su caso hubieran sumado casi 100.000 euros), si decidían romper el acuerdo de Gobierno a mitad de curso. Pero lejos de explicar nada de esto, este viernes, y en declaraciones a la Cope, Del Río se mostró «indignada» porque el acuerdo se hubiera filtrado a El Diario Montañés. «Estoy perpleja», dijo. «Para mí lo más grave no es ni el contenido ni nada, es el hecho de que algo confidencial salga», apostilló.

Tampoco explicó el contenido del otro acuerdo firmado con el PP, que incluiría otra polémica cláusula económica, tal y como ella misma reconoció a sus ya exsocios para afirmar que la estaban «presionando» para obligarle a pactar con Viar. A la salida del pleno, a Del Río se la vio dando abrazos a varios dirigentes y alcaldes populares.