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Más de un centenar de tractores se han movilizado frente a la fábrica de la Nestlé en la Penilla desde este mediodía: los ganaderos han colapsado con ellos la entrada a la factoría y han creado problemas de tráfico en la zona durante al menos ... dos horas. Los ganaderos de Cantabria exigen medidas que bajen los precios de producción «para poder subsistir» y a la industria y la distribución que la política de precios sea justa con su trabajo. Llevan ya meses de actuaciones con este objetivo sin que ningún estamento les proporcione soluciones. En agosto se concentraron ante un establecimiento de Carrefour en Torrelavega y también ante la gran superficie Makro, en Camargo, para protestar por la venta a pérdidas y hoy le ha tocado a la industria, «que es la que fija los precios sin consensuarlo», sentenció Carolina Entrecanales, una de las trabajadoras de Granja Cudaña, en Labarces. Y añadió que la bajada de precios no «es un capricho, lo necesitamos para poder subsistir». Según el sindicato UGAM-COAG, el coste de producción actualmente es de 42 céntimos, frente a los 34,2 de venta que extrae la organización de datos ministeriales.
Entre aplausos y reivindicaciones, uno de los participantes acercó un micrófono con un altavoz «para que todos puedan expresarse». Y surgieron nuevas ideas. «Hay que bloquear a Mercadona, que son los verdaderos responsables de lo que está ocurriendo», sentenció José Luis Thomas, de la Granja La Ponderosa. «Mientras sigan vendiendo el precio de la leche a 70 céntimos la cadena de valor va a ir hacia atrás».
El enfado y la resignación ha llevado a María José Escalante, de la ganadería El Cantón, en el Tejo, a arrepentirse de dedicarse a la explotación láctea. «Me encanta mi trabajo pero no me voy a dormir tranquila nunca». Afirmó que trabajan todos los días del año y que tienen muy poco margen de ganancia: el mismo discurso que los productores mantienen desde hace años y que sigue sin resolverse. Escalante lamentó que no exista relevo generacional por las condiciones del sector. «Me encantaría que mi hijo se dedicara a la ganadería, pero veo el futuro muy negro». Chema Serna, de la ganadería La Mesquería en Reinosa, reconoce que «la situación es crítica y caótica». Consideró que «ya han puesto toda la carne en el asador» y que, por su parte, «no pueden hacer nada más». Eso sí, aunque el sector ganadero «esté muerto», Serna abogó por «morir matando». En última instancia, es partidario de «tirar la leche» y que así se valore el producto y su trabajo. Las continuas reivindicaciones del sector parece que ayer, tras «una exitosa jornada» según Raúl Guillarón, secretario general de Asaja, fueron al menos escuchadas por los directivos de la factoría que se encontraban en el interior.
Los representantes de los sindicatos organizadores de la 'tractorada' se reunieron con Javier Gómez, responsable de compra de leche de Nestlé. «Hemos llegado a un acuerdo para que exista una mesa de diálogo», explicaba Guillarón. «Queremos que haya un consenso entre la industria y los trabajadores». Y añadió que también quieren negociar un convenio colectivo así como las condiciones laborales. Los sindicatos agrarios han recibido el apoyo del consejero de Ganadería, Guillermo Blanco que se acercó este jueves hasta La Penilla. También se sumaron a la protesta Marta García, diputada de Ciudadanos; y Cristóbal Palacio, diputado de Vox.
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