San Martín de Toranzo se alza con el Premio Pueblo de Cantabria 2024

El galardón, que valora la calidad por encima de la cantidad, recae en esta ocasión sobre un paraje tranquilo, todavía al margen de la masificación turística, que se asienta en las pestañas del río Pas, entre los pueblos de Acereda y Vejorís, a dos kilómetros de Santiurde de Toranzo. Un paréntesis verde en medio de la vorágine de la globalización. Un pueblo que bebe y respira de sus manantiales, porque este –dice el pedáneo– es un lugar «volcado en el agua», ya que aquí nace el manantial de La Molina, que abastece a Santander. La intención ahora es «mejorar manteniendo la tradición», que es básicamente lo que llevan años haciendo los habitantes de este rincón situado en el interior de Cantabria. «Las construcciones respetan las viviendas tradicionales y no hay pisos en altura, tan solo casas unifamiliares», asegura el pedáneo, que habla de «trabajar con la piedra y la madera, como hace cien años». Restaurar, sí, pero teniendo en cuenta la anatomía de las construcciones tradicionales. Un principio básico que se aprecia en la simetría de los edificios y su encaje en el paisaje.

Además, Pardo añade otras bondades. «Tenemos un parque con un robledal impropio de un paraje ubicado a más de 120 metros de altitud sobre el nivel del mar y merece la pena verlo». El pueblo en sí, apunta, «está preparado para acoger a todo tipo de turistas, tanto a los amantes del arte como a los que prefieren la naturaleza». Dos valores que ahora el alcalde pedáneo proyecta potenciar «mediante la mejora de los espacios públicos, como las fuentes, por ejemplo, o los bebederos».

San Martín comparte su encanto con el resto de pueblos que conforman el municipio de Santiurde de Toranzo. Ya lo dijo ayer el alcalde, Víctor Manuel Concha, que el galardón es «para todo el término municipal, al que cada vez acuden más visitantes, sobre todo en verano». Concha destacó también el parque de robles centenarios y el manantial, así como la «vía verde» que conecta la totalidad del municipio y que cada fin de semana recorren familias llegadas de diferentes puntos de la región. «Este era un territorio poco conocido, con pueblos dispersos, que se merecía de una vez por todas recibir un premio de este tipo, que nos va a beneficiar y nos va a situar en el mapa», señaló orgulloso el regidor. Por su parte, el consejero de Fomento, Roberto Media, valoró positivamente el proyecto presentado para participar en el concurso «y la enorme ilusión depositada con el fin de ganar este galardón».

Por detrás de esta localidad quedaron Bárcena Mayor (Los Tojos) y Castillo Pedroso (Corvera de Toranzo), que han recibido un accésit de 10.000 euros cada uno. Se quedaron fuera del podio Ambrosero, en Bárcena de Cicero, y Espinama, en Camaleño.

Hasta ahora, han recibido el premio los núcleos de Novales (Alfoz de Lloredo, 2005), Caviedes (Valdáliga, 2006), Puente Viesgo (2007), Mazcuerras (2008), Udalla (Ampuero, 2009), Tudes (Vega de Liébana, 2010), Barcenaciones (Reocín, 2012), Villaescusa del Bardal (Campoo de Enmedio, 2014), Cosío (Rionansa, 2016), Mogrovejo (Camaleño, 2017), Esles de Cayón (Santa María de Cayón, 2019), Barriopalacio (Anievas, 2020), Riocorvo (Cartes, 2021), Cicera (Peñarrubia, 2022) y Barcenillas (Ruente), el año pasado. A este listado se incorpora ahora el pueblo del agua.

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