Santa María de Cayón espera abrir en marzo sus piscinas, tras dos años de cierre

De cumplirse el pronóstico de la alcaldesa, la piscina reabriría en cuatro meses, tras más de dos años en los que los vecinos no han podido disfrutar de las instalaciones. Si los tiempos se han dilatado más de lo previsto en un primer momento es porque «se trata de una obra muy amplia ya que la estructura metálica del edificio estaba bastante dañada y con una corrosión muy grave», alude del Río. Un estado precario que se pudo confirmar tras demoler el falso techo en una primera fase.

Actualmente está en ejecución la segunda fase de la actuación, que consta en cambiar prácticamente al completo las placas de la cubierta, visto su mal estado, y aplicar un tratamiento químico para que el edificio soporte en mejores condiciones la agresividad ambiental propia de una piscina climatizada.

No obstante, y aunque la regidora recalca lo «costosa» que es la obra en ejecución, sí reconoce que la primera fase se «dilató» más de lo esperado, pero ella no sabe concretar una causa para ello. «No es por echar balones fuera, pero en ese momento yo no estaba al frente del Ayuntamiento y lo desconozco», afirma. Por aquel momento, se encontraba al mando en funciones el edil popular Francisco Viar, tras la retirada del exregidor Gastón Gómez tras la sentencia que lo condenó a nueve años de inhabilitación especial para cargo público.

La alcaldesa afirma que las obras se han alargado «mucho más de lo deseable», algo que «nos afecta porque hay muchos deportistas del municipio que han tenido que alterar sus entrenamientos y gente que lo necesita por salud y se han visto abocados a desplazarse a otros sitios»; por lo que se compromete a que «las instalaciones estarán operativas lo antes posible».

Por su parte, el Partido Regionalista no duda en señalar a la «incapacidad para adoptar decisiones rápidas y eficaces» del equipo de gobierno como principal causante de los retrasos. De hecho, la portavoz regionalista, Ana Obregón, incide en que esa «mala» gestión ha acarreado que sólo en el proceso administrativo» para sacar adelante las obras se emplearan «más de seis meses» en lugar de «haberse tramitado el procedimiento de urgencia tal y como debería haber sido».

Asimismo, Obregón subraya que todo ello no sólo ha implicado un derroche de tiempo, también de fondos con un sobrecoste de «más de 40.0000 euros» ya que «se ha tenido que contratar dos veces el andamiaje», con lo que «se ha provocando un serio perjuicio a los vecinos y las arcas municipales».