Seis meses de separación para Villafufre y Saro

En el año 2016 se inauguraba el arreglo de la carretera que une Vega y Llerana y ya en aquel momento los regidores de Villafufre y Saro reclamaban la reparación de los dos puentes sobre el río Pisueña que forman parte del trazado de esta vía. La renovación del primero de los puentes se iniciaba en marzo pasado y durante la ejecución de estas obras se habilitó un paso alternativo que permitió mantener la carretera abierta al tráfico rodado. Pero es con el desarrollo de los trabajos sobre el segundo viaducto cuando desde la Consejería de Obras Públicas se anunciaba que sería necesario cortar el paso de vehículos y únicamente se podía habilitar una pasarela para peatones y bicicletas. Es por ello que en mayo pasado los alcaldes de los dos municipios afectados se reunían con el titular de Obras Públicas para pedirle que se habilitase un carril y se acortasen los plazos de la obra. «Desde el minuto uno nos dijeron que no había alternativas para hacer un paso para coches porque Confederación no lo permitía y por ello el consejero se comprometió a hacer la obra en tres o cuatro meses en lugar de seis», explicó ayer el pedáneo de Saro, Higinio Rábago.

Tanto Rábago como José Luis Cobo y Miguel Ángel Prieto insistieron ayer en la necesidad de acortar el plazo de ejecución de los trabajos para que el perjuicio a los vecinos sea el menor posible. «Se hace un gran trastorno a los vecinos y a los negocios (farmacia, tiendas, supermercado...). Aquí en Llerana la gente está quemadísima porque con la pandemia han estado cerrados y ahora que es verano y podían trabajar bien, nos cierran la carretera», explicó ayer el alcalde de Saro. Miguel Ángel Prieto recordó que se trata de municipios con «una población mayor y para que el médico atienda un aviso tendrá que recorrer más kilómetros».

Desde Villafufre, su alcalde destaca que «la pasarela es simplemente para peatones mientras que el paso para los camiones de recogida de leche y el reparto de la comida para los animales es muy complicado». Apunta también Cobo que hasta Vega de Villafufre «viene gente de Saro a comprar y muchos ahora dejarán de hacerlo», con el consiguiente perjuicio para estos negocios. Una situación similar denuncia el pedáneo de Saro quien recuerda que «unos quince establecimientos, entre hoteles, comercios y bares, se van a ver afectados pues la gente tendrá que dar una vuelta para llegar hasta el pueblo y muchos se irán a otro sitio a comprar». Considera que algo parecido ocurrirá en Vega de Villafufre porque «aunque la gente que va allí a comprar puede ir andando por la pasarela, muchos dejarán de hacerlo y se irán a donde puedan ir en coche».

Desde la Consejería de Obras Públicas ayer recordaron que «los plazos, en principio, eran de nueve meses y se han reducido a seis». Afirmaron que «se va a tratar de acortar la duración de la obra lo más posible».

«Entendemos el malestar de los alcaldes, pero son los técnicos quienes marcan los tiempos», señalaron, al tiempo que recordaron que a los regidores «se les ha explicado in situ todo el proceso y cómo en el primer puente se ha trabajado sin contar la carretera y en el segundo ha habido que hacerlo».