La vaca 'roja pasiega', autóctona y en peligro de extinción, precisa más ganaderos que la ordeñen

La jornada fue inaugurada ayer por los consejeros de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, y de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, junto al director del centro, José Carlos Mico.

El evento comenzó con una ponencia titulada 'La raza roja pasiega: historia, características, situación actual y perspectivas. Estudios y proyectos relacionados', que fue impartida por Ana Rubio, representante de la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de la Agrupación Pasiega; por Nahum Chomón, veterinario del Censyra (Centro de Selección y Reproducción Animal) y Gabriel Moreno (CIFA). En sus respectivas intervenciones se pusieron en valor los trabajos de investigación y puesta en valor de la raza en pro de evitar su desaparición. En 2004 surgió la voz de alarma de que había una 'fuga' de animales, cuyos últimos testimonios se concentraban en las cabeceras de los valles. Desde 2007 se desarrolla un programa de recuperación que aspira a que se pueda alcanzar algún día la cifra de un centenar de vacas en ordeño que permitan una producción de dos mil litros con los que se podrían elaborar unos 200 quesos. Solo así, esta raza estaría en condiciones de demostrar a sus propietarios -apenas 52 ganaderías en la actualidad- que es viable desde un punto de vista económica, social y cultural.

El censo actual es de 526 ejemplares, de los que apenas el 16% están actualmente en ordeño. Éstas se ubican en ocho ganaderías, de las cuales tres tienen exclusivamente vacas pasiegas mientras que las cinco restantes comparten en la explotación frisonas y pasiegas.

El problema actual, además, está enquistado porque, pese a tratarse de una raza en peligro de extinción, al no ordeñarse, estos ejemplares no pueden acceder a ayudas.

Sergio Silva se refirió en su intervención a la importante vinculación entre centros educativos y empresas, un nexo que se va a «fortalecer en los próximos años», aseguró, y que es producto de la nueva regulación legislativa de la Formación Profesional que contempla un incremento de los periodos formativos, la conocida como Formación en Centros de Trabajo (FCT), hasta alcanzar las 500 horas «un salto cualitativo» que permitirá acercar más el modelo formativo y la realidad empresarial.

Para Silva estamos asistiendo a un momento «crucial» en el que se están asentando la nueva base estructural que definirá la Formación Profesional del futuro. Asimismo, ha subrayado la importancia que han adquirido este tipo de enseñanzas, fruto de un cambio en la «percepción social» de las mismas, que han llevado a nuestro país a contar con cerca de 700.000 estudiantes, frente a los 100.000 de hace tan sólo 10 años. «Cantabria cuenta en estos momentos con 14.000 estudiantes, una cifra que se sitúa por encima de los matriculados en estudios universitarios, fijados en los 12.000», reseñó. En su opinión, en la actualidad la FP se percibe como un «trampolín» que permite acercarse más a una salida laboral al término de la etapa formativa.

Por su parte, el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, resaltó la importancia de potenciar una «absoluta colaboración» entre la Consejería de Educación y la de Desarrollo Rural, que facilite una mayor vinculación entre la formación y la inclusión laboral. Según expresó se trata de conseguir una «transferencia del conocimiento a una nueva forma de trabajar» y como ejemplo de esta colaboración se refirió a la acreditación de competencias profesionales por la vía de la experiencia en el ámbito del sector pesquero que permitirán el relevo generacional de los tripulantes pesqueros.

Tal y como señaló, este proyecto es un ejemplo de cómo potenciar esta colaboración entre el ámbito formativo y el laboral, ya que permite recuperar una raza de aptitud láctea que configura parte de la «identidad» ganadera cántabra y que, a su vez, aporta un valor y una nueva fortaleza competitiva para impulsar el sector agrario regional.

Este proyecto de recuperación e investigación sobre la vaca pasiega va acompañado de metodologías activas de tecnificación y digitalización dirigidas a la producción de lácteos de esta raza, como quesos, yogures y mantequillas elaborados por el alumnado del Ciclo de Industrias Agroalimentarias, y según manifestó el director del CIFP La Granja, José Carlos Mico, aumentar el número de vacas de raza pasiega de la mano de la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de la Agrupación Pasiega, con el fin de ofrecer mayores oportunidades para la fijación de población y creación de empleo en el medio rural.