Valles Pasiegos aprueba por unanimidad presentar alegaciones contra Ribota

Tras ello, Juan Carlos García (PP), alcalde de Vega de Pas, valoró las alegaciones que se iban a votar. Un documento «más técnico» que el que elaboró la entidad (Valles Pasiegos) contra el mismo proyecto en 2018, «por si hubiera que llegar a algún tipo de litigio legal», explicó. Tras ello, agradeció a los alcaldes del PP la postura contraria a los eólicos «que ya tomamos en 2018» y aclaró que los populares «jamás» han estado en contra de los molinos, pero sí contra «barbaridades que son incompatibles con nuestro territorio», valoró. En tono conciliador, pero recordando las posturas que adoptó cada partido, García agradeció «sinceramente» al presidente regional, Miguel Ángel Revilla y a sus alcaldes «el cambio radical» de postura con los eólicos «porque nos beneficia a todos», afirmó. También agradeció la acción vecinal que «ha sido la espoleta» para que los alcaldes «nos demos cuenta» de que estos proyectos «no favorecen» a la comarca y que «divididos no podremos hacerlo», sentenció.

Unas palabras que agradeció la diputada regional del PRC y alcaldesa de Corvera, Mónica Quevedo, y que le correspondió en el mismo sentido. «Pensé que esta reunión iba a ser con tintes políticos pero me ha sorprendido gratamente que se resalte la unanimidad de todos», manifestó.

La sintonía se desvió cuando intervino el alcalde de Villacarriedo, Ángel Sainz (PRC), para expresar que votaría a favor, pero también para introducir en el debate el asunto de la denegación a Valles Pasiegos de la Reserva de la Biosfera, de la que culpó al regidor de Vega de Pas y a la de San Pedro. García le espetó que el asunto «no viene al caso» y que lo podrían tratar en el Leader pasiego que dirige el de Villacarriedo. Tras un rifirrafe en el que Quevedo medió -«estáis estropeando la reunión» les dijo a ambos-, intervino el alcalde de Miera, Tarsicio Gómez (PRC). Éste quiso elevar la movilización de sus vecinos contra los molinos y pidió al resto que tuviese en cuenta esa «voz». Rompió una lanza por la cultura de la «trashumancia y las 10.000 cabañas» a conservar y actuó de pacificador. «Espero que esto sirva para poder volver a tener unión en la mancomunidad».

El alcalde de Selaya, Cándido Cobo (PP) reprochó al de Villacarriedo (PRC) que no dijese la verdad con los molinos y criticó su apoyo al anterior proyecto de Ribota, «más gravoso», aunque agradeció su cambio de opinión. «Bueno, si hemos cambiado ya está», le reconoció al de Selaya la alcaldesa de Corvera para zanjar el tema. Por Liérganes, Ana Ríos, intervino para pedir a los populares que no se metiese más «el dedo en la llaga». El debate siguió unos minutos y se votó a favor.